Otra puesta en escena judicial mientras los K siguen libres

La Justicia federal continuó con los allanamientos en viviendas y chacras del empresario patagónico. No obstante, los verdaderos arquitectos de la ruta del dinero kirchnerista permanecen impunes. ¿Cuándo llegará la hora en la que Cristina y Máximo rindan cuentas por este caso?

Cuando veo estas cajas… Éxtasis”. A esta altura, esas palabras ya resultan conocidas. Para los desmemoriados, pueden buscar el video en internet, en redes sociales y ver (ya sin sorpresa) a un delgado Néstor Kirchner, hacia finales de los ’90, siendo gobernador de Santa Cruz y exclamando de placer ante una bóveda, en una clara demostración de su irrefrenable deseo por cosechar dinero, al punto que mandó a construir decenas de cajas fuertes en su casa patagónica.

Como ahora queda demostrado, al cabo de 12 años de poder kirchnerista, esas cajas se llenaron con dinero espurio, saqueado a todos los argentinos, para engrosar las arcas de la exfamilia presidencial, de exfuncionarios y amigos del poder, como Lázaro Báez, al que la Justicia ya le contó más de 38 estancias, convirtiéndose así en el segundo terrateniente de Santa Cruz.

Ayer, la Justicia federal continuó, no sin espectacularidad, con los allanamientos a las viviendas y propiedades del detenido empresario y su familia, en el marco de la investigación conocida como “la ruta del dinero K”.

En este marco, y un día después de haber detectado un galpón repleto de autos de alta gama pertenecientes al titular de Austral Construcciones, la Justicia realizó excavaciones en terrenos del empresario patagónico en busca de dinero. Según había trascendido, en algunas zonas de las chacras de Báez en Santa Cruz, la tierra se encontraba removida, indicando que algo podría haber sido enterrado en el área.

Los allanamientos llegaron hasta las casas de los hijos de Báez en Río Gallegos: Martín, Leandro y Melina; en el caso de esta última, se hallaron bolsones negros como los que se vieron en el video de la financiera La Rosadita.

Cabe destacar que la situación de los hijos de Báez es el eslabón que puede quebrar al socio de los Kirchner y hacerlo hablar. Tanto el empresario como su esposa hicieron trascender apenas estalló el escándalo, que estaban “dispuestos a hablar” si caía preso su hijo mayor, Martín, quien aparece contando dólares y euros en los famosos videos y a quien el arrepentido “valijero”, Leonardo Fariña, sindicó como una pieza clave en el entramado de la ruta del dinero K.

Los verdaderos dueños de la tierra

Ahora bien, ¿cómo logró cosechar tanto dinero y tierras este empresario de poca monta, que hacia 2003 sólo tenía una casa, un cargo en el Banco Residual de Santa Cruz y manejaba un Renault 12? La respuesta es sencilla: gracias a los Kirchner, con quienes su patrimonio aumentó un 1200% en apenas cinco años. Y, protegido por ellos y por garantes de la impunidad como el extitular de la AFIP, Ricardo Echegaray, gracias al aporte de todos los argentinos, que aportaban con sus impuestos lo que empresarios de este calibre evadían.

El saldo de aquella perversa ecuación son más de 13 millones de pobres, olvidados en la marginalidad, mientras avanza el narcotráfico pero retrocede la educación y el sistema sanitario, en tanto se caen a pedazos las escuelas públicas, los hospitales están en coma, las rutas intransitables y la obra pública carece de inversión.

Se dijo muchas veces, lo escuchamos en todos estos años a través de distintas fuentes: “Lázaro Báez es Néstor Kirchner”. De Néstor, Lázaro copió la opulencia; la capacidad para acopiar más y más dinero. No obstante, el empresario es apenas la punta de un iceberg mucho más grande y corrupto, cuya raíz, claro está, hay que buscarla en la dinastía K.

Por esto, resulta inexplicable que Casanello aún no haya citado por esta causa a Cristina y su seno familiar, Máximoy Florencia Kirchner, todos símbolos del expolio perpetrado durante la década pasada. 

El “entrevero” uruguayo del empresario

Sin los Kirchner en el poder, Lázaro Báez también acumula dolores de cabeza de importación. Es que la “ruta del dinero K” abrió un nuevo capítulo en Uruguay, donde  la jueza Adriana de los Santos embargó el campo El Entrevero, propiedad del empresario desde 2011 y valuada en no más de US$ 4 millones, aunque Báez pagó por ella cuatro veces más: US$ 16,5 millones, según declaró el “valijero” Leonardo Fariña.

El Entrevero es un campo de 152 hectáreas ubicado en una de las regiones más valoradas del este uruguayo, en el kilómetro 171 de la ruta 10 entre José Ignacio y Punta del Este. La adquisición de este terreno estuvo organizada por Maximiliano Goff Dávila y Fariña.

Allanamientos en el mausoleo Néstor Kirchner

La Municipalidad de Río Gallegos y oficinas de la empresa Austral Construcciones del detenido Lázaro Báez fueron allanadas ayer en busca de documentación en la causa que investiga el financiamiento y funcionamiento del mausoleo donde están los restos del expresidente Néstor Kirchner.

El juez Sergio Torres encomendó a la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) realizar procedimientos en la Municipalidad de Río Gallegos y en dos oficinas de Austral Construcciones por el caso del mausoleo. Torres ya había dispuesto allanamientos el 15 de abril pasado en la Secretaría Legal y Técnica y en la Dirección General de Administración de Santa Cruz, situadas en un edificio ubicado frente a la Gobernación que encabeza Alicia Kirchner.