Otra vez YPF, otra vez el temor

El miércoles de la semana pasada, una nube tóxica que salió desde la refinería de YPF oscureció el cielo de la ciudad y llegó hasta City Bell. La empresa, por su parte, solo dio explicaciones a modo de excusa y nuevamente la seguridad de casi un millón de personas que viven en la zona de La Plata, Berisso y Ensenada se vio vulnerada. 

Vecinos y ambientalistas reclaman urgentes medidas ante la cantidad de desperfectos que se sucedieron a lo largo de los últimos meses, tal como lo viene informando el diario Hoy. Alejandro Meitin, de la ONG Ala Plástica, explicó en Todo en Uno que “la contaminación que produce el polo petroquímico es muy grande y muy fuerte desde hace muchos años. Es evidente que las medidas de seguridad de YPF son hacia adentro, pero no hay medidas de la planta hacia los barrios linderos ni hacia la gente que vive alrededor”. 

Hace tres años, la Justicia obligó a YPF a hacer una serie de obras para mitigar el impacto de la contaminación, las emanaciones y los ruidos molestos. Pese a ello, el plan de obras no se puso en marcha. Enrique Viale, presidente de la Asociación de Abogados Ambientalistas, sostuvo que “la problemática existe hace décadas y tiene que ver con la localización de una planta de este tipo, una de las más grandes de América Latina”. Viale entiende que el lugar es incompatible y que “hay que pensar seriamente en que YPF tiene que mudarse. Hay una contaminación que es silenciosa y muy perversa”.