Paritarias 2015: Scioli en la encrucijada

Se prevé que esta semana el gobierno provincial oficialice una propuesta salarial para estatales y docentes. La inflación distorsiona cada vez más las cuentas de la Provincia

Cuando finalice 2014, los asalariados habrán perdido, por lo menos, el 10 por ciento de su poder adquisitivo. Ocurre que los aumentos otorgados en paritarias promediaron el 30%, mientras que la inflación acumulada en los últimos 12 meses no baja de los 40 puntos.

La situación plantea todo un desafío para el gobernador Daniel Scioli que, para poder meterse de lleno en la carrera presidencial, necesita mostrar una provincia ordenada. Es decir, escuelas y dependencias gubernamentales que funcionen y no como ocurrió este año que, solamente en lo que se refiere a los establecimientos educativos, se perdieron numerosos días de clase a raíz de diferentes medidas de fuerza.

Ante esta situación, descartada toda posibilidad de otorgar un plus salarial de fin de año, el gobierno provincial decidió adelantar las negociaciones paritarias de 2015. El miércoles y jueves pasado hubo encuentros entre representantes gremiales y funcionarios provinciales, y se espera que en esta semana haya un ofrecimiento concreto (algunas fuentes hablan del 12% en cuotas) que abarcaría solamente a los primeros dos o tres meses del año, a cuenta de lo que después se resuelva en la paritaria anual.

La propuesta no fue aún oficializada por el gobierno provincial e igual genera todo tipo de dudas en los sindicatos, cuyos dirigentes, presionados por sus bases, reclaman aumentos que permitan recuperar lo perdido en 2014 y hacer frente a una inflación que el año que viene seguirá siendo muy alta. Por eso, gremios como el Soeme, que representa a trabajadores de la educación y de la minoridad, dejaron en claro que sólo aceptarán aumentos de entre 45 y 50 por ciento anual.

Ayer, el titular de la Unión Tranviaria Automotor, Roberto Fernández, hizo un pedido muy similar al del Soeme: “"todos los gremios tendrán que pedir, por lo menos, un 50 por ciento de aumento. La inflación arrasó el salario de los trabajadores”.

El hecho de que los gremios se vean obligados a pedir este tipo de aumentos refleja el grado de distorsión en que se encuentra la economía, cuyas variables se encuentran absolutamente fuera de control. Resulta imposible que en el sector privado, algún comerciante o pequeño y mediano empresario pueda otorgar un aumento de semejante magnitud a sus empleados, en momentos donde además se está registrando una fuerte recesión, que incluye caídas significativas en el nivel de ventas.

A su vez, los números de la recaudación bonaerense no son los mejores. En noviembre pasado ARBA recaudó 8.601 millones, apenas un 26% más que lo recaudado en igual mes del año pasado. ¿Es decir? La recaudación bonaerense está perdiendo por 14 puntos la carrera contra la inflación real. Incluso, en lo que se refiere al impuesto inmobiliario, se registró una baja significativa ya que en noviembre del año pasado se había recaudado $657 millones, y este año solamente ingresaron a las arcas bonaerense $534 millones, es decir 123 millones menos.

¿Qué hacer ante esta situación? Indefectiblemente, la Provincia deberá reclamar por los fondos federales que históricamente le son regateados en el reparto de la coparticipación y, a su vez, se hace cada vez más necesario un cambio profundo del modelo económico a nivel nacional.