La ministra en el Senado

Bullrich, sobre el caso Maldonado: “Todas las hipótesis están abiertas”

Pasados 16 días desde la desaparición del joven en una comunidad rural de Chubut tras un operativo de desalojo de Gendarmería, la ministra de Seguridad habló ante el Congreso. Entre otros puntos, responsabilizó a la familia por no ayudar en la investigación

La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, aseguró ayer que “todas las hipótesis están abiertas” en la investigación y búsqueda de Santiago Maldonado, el joven que se encuentra desaparecido desde el 1° de agosto, tras un operativo de desalojo realizado por Gendarmería en Chubut contra una protesta de la comunidad mapuche, a la que el muchacho fue a apoyar.

“Nuestra única preocupación es saber qué pasó con Santiago Maldonado y para eso todas las hipótesis están abiertas”, afirmó Bullrich al presentarse ante la comisión de Seguridad y Narcotráfico del Senado. Según la funcionaria nacional, quien como ministra está a cargo de Gendarmería, “se dio un informe de todos los efectivos que estuvieron presentes” en el operativo, detallándose a qué escuadrones pertenecían, y “todos los vehículos que habían estado en el lugar”, los cuales fueron luego allanados por una orden judicial. “Se han hecho pesquisas en dos de los tres escuadrones. Ayer se investigó el tercero. Las pruebas dieron todas negativas. Se analizaron todos los vehículos que estuvieron en el lugar”, explicó Bullrich, al mismo tiempo que aseguró que allegados a Maldonado acercaron distintas prendas del joven desaparecido, como un cuello, un buzo y una gorra, para que los perros de la fuerza los olfa­tearan para realizar los peritajes, aunque por ahora no dieron resultados positivos.

Defensa a Gendarmería

“Se encontraron cabellos en una de las camionetas, pero eso no quiere decir que sean de Santiago. Se verá cuando se tenga el ADN del hermano y de los padres”, sentenció la ministra, y aseguró que hubo dificultades para acceder a pertenencias “indubitables” de Maldonado por una supuesta falta de cooperación de la familia. “Es importante tener ese ADN, será el juez quien se lo requiera a la familia”, precisó la funcionaria del gabinete de Mauricio Macri. 

Asimismo, Bullrich defendió a la fuerza de seguridad que dirige, asegurando que “de ninguna manera podría avalar una situación de violencia en la Gendarmería” e insistió en que por el momento no hay “indicios” de que esa fuerza “haya actuado con violencia y haya tenido algún detenido” durante el operativo contra la comunidad mapuche Cushamen, en Chubut, donde fue visto por última vez el artesano platense de 28 años. 

El senador de Chubut Somos Todos, Juan Mario Pais, afirmó que la “hipótesis prevalente” es la desaparición forzada de Maldonado en virtud de las declaraciones de testigos de identidad reservada, pero la ministra rechazó esa caracterización al indicar que el juez federal de Esquel, Guido Otranto, “no ha puesto esa carátula” en la causa. 

“Creemos que fue apresurado que desde el primer minuto se haya planteado una de­saparición forzada queriendo culpar a la Gendarmería nacional como responsable de una desaparición. Todos los días en la Argentina tenemos personas que desaparecen”, respondió Bullrich. 

“Represión institucional”

El senador Ruperto Godoy, del bloque PJ-FpV, tomó la palabra luego de que hablara la ministra y afirmó que le “asusta cuando se dice que puede ser una desaparición más, como la de una chica de barrio, cuando se produjo en el marco de una represión institucional”, por lo que pidió tratar el caso como una “de­saparición forzada”. 

Ante las acusaciones por el presunto encubrimiento de la cartera que dirige al accionar de Gendarmería, la funcionaria contestó que el Gobierno “no va a ser cómplice de nada”. 

Sobre el final de la reunión, Godoy reprochó además que de acuerdo a lo expuesto por la ministra “no se sabe absolutamente nada”, cuando la senadora chubutense Nancy González lamentó el retraso en los allanamientos, ya que los vehículos fueron pesquisados recién ocho días después del episodio y los escuadrones fueron registrados cuando ya habían pasado diez días de la desaparición del joven. 

“La defensa de la vida debe convocar a todos”

La Iglesia se pronunció ayer con respecto a la de­saparición de Santiago Maldonado y convocó a defender “sin concesiones la vida, los derechos y la igualdad ante la ley”, al tiempo que advirtió que una “desaparición” es un hecho “que hiere la dignidad de las personas y golpea a toda la sociedad”. La Comisión Nacional de Justicia y Paz de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) señaló “que las desapariciones de personas, cualesquiera sean las circunstancias, son hechos intrínsecamente graves”. 

“Los argentinos hemos pagado costos muy altos en defensa de la vida, la legalidad y la plena vigencia de las instituciones. No podemos quedar indiferentes ante situaciones que podrían significar un retroceso en esta materia”, sostuvo la CEA. Asimismo, destacó que “debe deslindarse cualquier juicio de valor sobre las actividades que Santiago desarrollaba en el sur”.

“Tampoco pueden admitirse manipulaciones informativas que tiendan a subestimar lo sucedido. La defensa de la vida humana debe convocar a todos, al oficialismo y a la oposición”, manifestó la Iglesia. 

Críticas a la ministra

La referente de Madres de Plaza de Mayo, Nora Cortiñas, exigió ayer que “no se distorsione” la realidad con respecto a la desaparición de Santiago Maldonado, tras el operativo de desalojo de una protesta de la comunidad mapuche en Chubut, y responsabilizó a Gendarmería nacional por el paradero del joven. “Se lo llevó la Gendarmería”, aseguró la referente de Derechos Humanos en el Senado al término de la audiencia que brindó sobre el caso la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. 

Para Cortiñas, la funcionaria nacional intenta “desviar y engañar a la opinión pública al deslindar la responsabilidad de Gendarmería”. Por otro lado, desmintió a la ministra y aseguró que “no es verdad que la familia de Maldonado se haya negado en un primer momento a dar información sobre el joven”. 

Vale recordar que hasta el momento al menos dos testigos declararon ante la Justicia que el joven fue “agarrado por Gendarmería, le pegaron y lo subieron a una camioneta” cuando la fuerza desalojó el campamento de la comunidad mapuche. 

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