Peligran las clases en los colegios privados

Es por las irregularidades laborales que se registrarían en 3500 colegios privados, la mayoría vinculados con la Iglesia, que afectarían a más de 10 mil trabajadores. Crece el malestar ante las demoras en la firma del acuerdo salarial de este año

"El trabajo en negro es un pecado gravísimo. Si uno va a Misa el domingo y toma la comunión, se le puede preguntar: ¿cómo es la relación con tus empleados? ¿Les pagas en negro? ¿Pagas el salario justo? ¿Pagas las contribuciones para la jubilación?"

"Dios perdona generosamente cada pecado, pero no perdona la hipocresía, la falsa santidad”

Estas frases fueron pronunciadas por el Papa Francisco el pasado 20 de febrero, durante una misa en el Vaticano, y el pasado martes  en otra ceremonia religiosa que se llevó a cabo en la capilla de la Casa de Santa Marta. Ahora bien, en el mismo seno de la Iglesia, existen algunas ovejas descarriadas que se niegan a cumplir con las palabras del Santo Padre. Una clara muestra de ello es la grave situación de precariedad laboral y salarial que se estaría registrando en numerosos colegios de gestión privada, en su gran mayoría vinculados al clero y que reciben subvenciones del Estado, que incumplen las condiciones establecidas por los convenios colectivos de la actividad.

A saber: sobre un total de 6700 establecimientos educativos, más de 3500 no abonarían los salarios de acuerdo al convenio. Y sobre un total de 20.000 trabajadores, se registrarían 10.100 casos de irregularidades (en algunos casos por error, y en otros por omisión) en relación al correcto cumplimiento de obligaciones respecto de la obra social.

Ante este panorama, el próximo lunes 9 de marzo será sin dudas un día clave para todos los colegios privados ubicados a lo largo y a lo ancho de nuestro país. La situación está marcada por la circunstancia de que, a una semana del inicio de clases, se encuentra pendiente aún la definición del acuerdo salarial que comprende a todos los trabajadores administrativos de los colegios, como así también a los empleados que desarrollan tareas de maestranza y servicios (porteros, cocineros, personal de limpieza y vigilancia, entre otros).

El acuerdo salarial de 2014 finalizó su vigencia el pasado 28 de febrero, razón por la cual se aceleran por estos días las gestiones de parte de todos los actores del sector con la finalidad de evitar situaciones de conflicto, en un año cuyo pulso se encuentra marcado por un alto grado de sensibilidad social. Si no hay acuerdo, existe el riesgo de que los trabajadores, representados por el gremio Soeme, definan medidas de fuerza que paralizarían el ciclo lectivo en casi todos los distritos del país, incluyendo obviamente la ciudad de La Plata y el resto de la provincia de Buenos Aires. La única excepción hasta el momento se encuentra en el ámbito de la Capital Federal, donde las autoridades representantes de los colegios han arribado a un acuerdo que establece un incremento del orden del 38% (30% en marzo y 8% en julio) para los salarios de los trabajadores empleados en dichas categorías.

Consultados por Hoy, los representantes del Soeme describieron el panorama.  El Dr. Roger Witemburg, apoderado legal del gremio, especificó que “este año el Sindicato ha demostrado una gran mesura y responsabilidad, con el objeto de mantener el grado de armonía y tranquilidad que todos entendemos requiere un ámbito tal como el de la Educación”.  Agregó: “por tal motivo, se ha aguardado prudentemente a que se cerraran negociaciones que tienen vencimiento anterior a la nuestra. Y que se desarrollaron en el ámbito de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires por parte de las mismas autoridades que negocian con nosotros, a efectos de contar con un marco de referencia y evitar colocar a los colegios en una situación que haga inviable el cumplimiento de sus obligaciones laborales”.

Witemburg concluyó “ahora que las representaciones tanto de colegios religiosos como laicos, han acordado la pauta del 38% para Capital Federal, las estructuras orgánicas del Sindicato han entendido que la misma resulta razonable”.

Sin embargo, cuestiones internas de las representaciones de los colegios, han demorado hasta el momento la firma del acuerdo salarial, lo que determinó que en la última reunión celebrada en el Ministerio de Trabajo se pasara a un cuarto intermedio hasta el lunes 9, cuestión que comienza a generar inquietud.

Al respecto, el apoderado legal del gremio también comentó que “la semana pasada se ha mantenido una reunión muy positiva con el flamante Presidente de la Comisión Episcopal de Educación Católica, Monseñor Eduardo Martín, a quien le hemos comentado la situación actual de la negociación salarial, y la criticidad que reviste la rápida resolución de la misma”, a lo cual agregó que “Monseñor Martín se mostró en todo momento muy preocupado por el tema y dijo que lo iba a seguir de cerca, -pese a su reciente designación-, en un gesto que todos evaluamos de manera muy positiva”.

En diálogo con la Red 92, el obispo Martín afirmó que se debe cumplir a rajatabla con las palabras del Papa Francisco y sostuvo que, en aquellos colegios católicos que incumplen la ley laboral, deberá corregirse la situación (ver "Los colegios tienen que tener su personal conforme a derecho").  En definitiva, las próximas horas serán claves para saber si, finalmente, el conflicto logrará encarrilarse o derivará en medidas de fuerza que paralizarían el funcionamiento de las instituciones educativas.

Máxima incertidumbre

El pro Secretario de Educación Privada de Soeme, Javier Fediuk, resaltó la incertidumbre que esta situación genera en el conjunto de los trabajadores, y las posibles derivaciones que podría desencadenar la prolongación del actual estado de indefinición, al señalar que “sería lamentable estando tan cerca de alcanzar un acuerdo, y con la pauta de referencia ya definida, que esta situación se extienda en el tiempo. Las tensiones entre los trabajadores comienzan a palparse, y en distintas asambleas los mismos han comenzado a sugerir la necesidad de manifestarse frente a las sedes de las diferentes entidades tanto laicas como católicas, que se relacionan con la educación privada, no descartando incluso en el caso de los católicos llegar hasta la puerta de la sede de la Conferencia Episcopal Argentina de la calle Suipacha”.

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