“Pensé en suicidarme”

Eso dijo Diego Lagomarsino, el único imputado por la muerte del fiscal Alberto Nisman. “Se me vino el mundo abajo”, sostuvo. Además reveló que no eran amigos con la víctima y que un exespía le enseñó a usar la pistola

La muerte del fiscal federal Alberto Nisman produjo congoja e impacto en la sociedad argentina e internacional. Su deceso abrió las puertas a diversos interrogantes. Es que cuatro días antes a aquel trágico 18 de enero, el magistrado había acusado públicamente a la presidenta Cristina Kirchner de encubrimiento.

A pesar de que tenía custodia personalizada de la Policía Federal y que estaba a horas de brindar detalles de la denuncia en el Congreso de la Nación,  Nisman apareció muerto con un disparo en la cabeza en el baño de su departamento en el edificio Le Parc.

Bajo su cadáver los peritos hallaron el arma homicida: una pistola Bersa calibre 22. Luego se supo que pertenecía al técnico informático Diego Lagomarsino, un asesor de Nisman en la causa AMIA.

A más de dos meses de la muerte del fiscal, Lagomarsino es el único imputado, y ayer reveló que tras el fallecimiento de Nisman se le "vino todo abajo" y le "cambió la vida por completo", por lo que en un momento pensó en suicidarse.

"Había pensado de qué forma hacerlo para que mis órganos sirvan, y me dije 'tarado, vas a estar en la heladera un mes'", detalló, entre lágrimas, el ex empleado de la fiscalía especial de la causa AMIA.

Sobre su relación con Nisman, Lagomarsino sostuvo que "era más que un jefe, pero no eran amigos y puntualizó: "Él tenía más confianza en mí, que yo en él". Para ilustrar el nivel de confianza que tenía con el fiscal, el técnico informático contó que a mediados de 2014 hicieron juntos un viaje a Chile, pero expresó: "A mí verlo en ropa de gimnasia me daba cierto pudor".

“Con esto me llevo puesta a Cristina”

Además,  Lagomarsino reveló que el fallecido fiscal le mostró hace nueve meses el expediente con la denuncia por encubrimiento en la causa AMIA y que le dijo que con ella se llevaba "puesta" a la presidenta Cristina Fernández.

El técnico informático también admitió que quien lo recomendó para trabajar con el fallecido fiscal fue el ex agente de los Servicios de Inteligencia Carlos "El Moro" Rodríguez, el mismo que le enseñó a disparar con la Bersa 22, pero remarcó que "no sabía que era espía".

Además, Lagomarsino expresó que confiaba y todavía sigue confiando en la ex mujer de Nisman, la jueza de San Isidro Sandra Arroyo Salgado, algo en lo que no coincidió su abogado, Maximiliano Rusconi, quien manifestó que no confía nada en la magistrada. 

Lagomarsino contó que conoció al ex agente por medio de su hermano, que era cliente de él, pero sostuvo que creía que el ex agente "era un policía de Aeronáutica" y no un espía.

Además, remarcó que Rodríguez le enseñó la seguridad de la Bersa calibre 22 y lo acompañó a polígono de tiro para aprender a usarla, no obstante afirmó que después de 2002, 2003 no volvió a usar el arma.

"Yo no sé nada de armas. Sé de esa arma, pero no sé si sé disparar, fui dos veces a un polígono de tiro", precisó. Lagomarsino también insistió en que "no" conoce al ex jefe de contrainteligencia Antonio "Jaime" Stiuso y expresó que creía que "Jaime era el secretario de Transporte".

Lo denunciaron por lavado de dinero

El fiscal antilavado Carlos Gonella, un funcionario judicial afín al Gobierno,  denunció penalmente al ex empleado informático de la UFI AMIA Diego Lagomarsino por la cuenta de la que era cotitular con familiares de Alberto Nisman y en la que dijo que depositaba el 50 por ciento de su sueldo para el patrimonio del difunto fiscal.

Sin embargo, Gonella no incluyó en la denuncia a las dos cotitulares de la cuenta, Sara Garfunkel y Sandra Nisman, madre y hermana del fiscal.

La denuncia, que recayó en el juzgado federal a cargo del magistrado Rodolfo Canicoba Corral, apunta exclusivamente a Lagomarsino y se basa sobre información periodística referida a esa cuenta. 

La ex mujer de Nisman y querellante en la causa por la muerte del fiscal, la jueza de San Isidro Sandra Arroyo Salgado, denunció la existencia de esa cuenta en Estados Unidos, pero hasta ahora sólo se tiene la confirmación que aportó Lagomarsino a través de su abogado, Maximiliano Rusconi.

Atento a que Nisman era una "persona políticamente expuesta", por su condición de fiscal federal, Gonella pidió que se investigara la presunta comisión de una maniobra de lavado de dinero.