Polémica contratación de YPF con gremio K

Una empresa del sindicato de los marítimos ganó una licitación de la petrolera para remolcar los buques con gas licuado. Pero no tenía ningún barco en condiciones de hacerlo

A la sistemática entrega de los recursos naturales que, gestionada por el gobierno, profundiza la petrolera YPF, al celebrar contratos con multinacionales como la estadounidense Chevrón, ahora se le agregó un nuevo escándalo, ya que entregó una licitación a una empresa manejada por el sindicalista K Omar “Caballo” Suárez, titular del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU).

El caso es que una de las empresas que maneja Suárez, Abadía del Mar, ganó a fines de 2013 una licitación de YPF para remolcar buques, pese a que no contaba con remolcadores. Es decir, incumplió con las normas básicas de Prefectura, según las cuales los barcos remolcadores que intervienen en la llegada y estadía de los buques que traen el gas natural licuado (GNL) al país deben cumplir ciertas condiciones para garantizar las medidas de seguridad. 

El 12 de febrero de 2014, Abadía del Mar debió presentar un documento ante Prefectura para solicitar que se le levante la prohibición de operar con el buque alquilado Argentino I, que no estaba en condiciones para trabajar. Pero Prefectura se negó a habilitar al Argentino I.

Entonces, el SOMU decidió que los trabajadores de todas las empresas competidoras de Abadía fueran al paro. Por esto, Suárez quedó procesado en una causa judicial que instruye el juez federal Rodolfo Canicoba Corral.

Se trata de uno de los gremialistas preferidos de Cristina Kirchner, que, gracias a este gobierno, por ejemplo, logró que una de sus empresas, Maruba, endeudada hasta en US$ 50 millones, se quedara con el negocio para el transporte de soja.