Por sospechas de corrupción, renunció el titular del Incaa

El Gobierno desplazó a Alejandro Cacetta del organismo público, ante las denuncias de supuestas irregularidades cometidas en su gestión. Inconsistencias en los gastos del instituto y falta de justificación en los papeles, claves en su remoción. Otro hecho oscuro que sacude a la administración macrista

Buscando cumplir con su palabra de que en su gobierno no hay lugar para funcionarios que cometen hechos de corrupción, ayer, el Presidente Mauricio Macri le ordenó al ministro de Cultura, Pablo Avelluto, que le solicite la renuncia al presidente del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa), Alejandro Cacetta, por sospechas de corrupción en el organismo público.

La orden fue dada luego de que en un programa televisivo apareciera una denuncia en la que se lo mostraba a Cacetta 

implicado en una serie de supuestos hechos delictivos, como por ejemplo la imposibilidad de hacer constar en los papeles los gastos llevados adelante desde el instituto, así como también la ausencia total de comprobantes en el manejo de los subsidios públicos.

A eso se le sumó la inexistencia de recibos en el alquiler, por unos 600.000 pesos anuales, de la planta donde funcionó el laboratorio Cinecolor para que allí tuviera sede la Cinemateca y Archivo de la Imagen Nacional (Cinain), y los supuestos gastos por 8 millones de dólares en la Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica (Enerc), para construcciones que nunca se habrían hecho.

De acuerdo a diversas fuentes oficiales, el enojo principal del Gobierno radica en la “falta de voluntad” del ahora exfuncionario nacional de desplazar a una serie de gerentes que seguían reportando a La Cámpora y al kirchnerismo, que hacían la vida “imposible” a las actuales autoridades de Cambiemos.

La situación al interior del organismo era de un virtual quiebre entre el ala dialoguista del Gobierno que decía que había que seguir sosteniendo la planta del Incaa tal como estaba hasta entonces, y la de aquellos más apegados al jefe de gabinete Marcos Peña, que pedían una mayor radicalización en las medidas de ajuste interno y exigían un mayor control de los dineros públicos.

Investigación interna

Tras el informe periodístico donde se lo puede ver a Cacetta en la comisión de supuestos hechos ilegales, surgió la información desde la Oficina Anticorrupción (OA) que conduce la macrista Laura Alonso, que ya tenía desde hace un tiempo atrás una denuncia que llevó a que se ejecutara un sumario interno, en donde se especificaban las irregularidades detectadas.

Según cuentan desde los sectores cercanos al exfuncionario, Alonso habría cumplido una orden del vicejefe de Gabinete y hombre fuerte de la mesa chica de Cambiemos, Mario Quintana, quien en diversas reuniones habría pedido la “cabeza” de Cacetta por supuestos hechos de corrupción.

Eso llevó a que fuentes del Incaa aseguraran por lo bajo a la prensa que Quintana “ya había convocado” al extitular del organismo hace unas semanas atrás a Casa de Gobierno para que diera explicaciones por las presuntas irregularidades, pero que esas aclaraciones más que clarificar la escena, sirvieron para enturbiar aún más la relación entre ambos funcionarios del gobierno.

Cacetta es un hombre que tiene tras de sí una larga trayectoria dentro de la industria audiovisual en nuestro país, y fue designado por el propio Avelluto en el cargo en diciembre de 2015. Al momento de ponerlo en funciones, el ministro de Cultura resaltaba el “orgullo” que le daba la posibilidad de contar con él en su equipo, ya que era una persona que llegaba a la función pública “con la legitimidad del sector para impulsar una renovación que proyecte la industria al siglo XXI”.