Posible acuerdo entre buitres

Bancos privados, uno de los sectores más beneficiados por el modelo económico K, se metieron en la negociación con los fondos buitres. Ofertaron 250 millones de dólares como garantía. Las negociaciones finalizan hoy

Casi al borde de la cesación de  pagos, directivos de la Asociación de Bancos Privados de Capital Argentino (ADEBA) anunciaron que hoy oficializarán en Nueva York una "oferta de compra de toda la deuda en litigio" que tiene la Argentina con los holdouts.

Se trata de un aporte de 250 millones de dólares como garantía para los fondos buitres que votaron los miembros de la Asociación de Bancos Privados de Capital Argentino (Adeba). El dinero serviría para mostrar voluntad de pago y convencer al juez Thomas Griesa que reponga una medida cautelar hasta 2015, para que el país pueda negociar sin riesgo de ejecución. La oferta permitió que haya un principio de entendimiento entre las partes que, una vez más, resultará leonino para el país.

Poco después de la medianoche en nuestro país, las negociaciones pasaron a un cuarto intermedio para hoy. Así lo informó el ministro de Economía, Axel Kicillof, que al mismo tiempo que se conocía la oferta de los bancos amigos del kirchnerismo viajó desde Caracas a Nueva York para participar de las tratativas con Daniel Pollack, el mediador designado por Griessa.  

“Estamos trabajando fuerte. Como es una reunión que todavía está en marcha, no puedo decir más sobre los resultados", dijo el ministro K al retirarse de la reunión realizada en las oficinas de Pollack.

Obviamente, el peor escenario para el país es entrar en default, pero existen indicios de que durante un mes se montó una puesta en escena para intentar justificar este negociado. Es decir, se llevó al extremo la situación, al punto de estar muy cerca de una cesación de pagos que retrotraería al país aún escenario muy parecido al de 2001 cuando se declaró el primer default, para que los banqueros terminen haciendo oscuros negocios con el poder político. Peor aún, si se confirma el acuerdo, nada cambiará la acuciante realidad económica argentina, caracterizada por una profunda recesión y una inflación anual que ronda el 35%.

La llamada patria financiera, que constituye el sector que más enriqueció en la década depredada, en base a la usura y a la especulación, le tiró una soga al gobierno K. Obviamente no lo hicieron por espíritu solidario, sino por el vil metal. De hecho, la deuda que asumirían los bancos será pagada con la sangre, el sudor y las lágrimas de las próximas generaciones de argentinos, que deberán hacer grandes esfuerzos para intentar poner en marcha un aparato productivo que hoy se encuentra desbastado, debido de una economía que sólo favorece a los amigos del poder, entre ellos a los banqueros.   

La deuda externa ilegal y fraudulenta que se está pagando y se seguirá abonando en las próximas décadas, nunca fue sometida a una auditoría independiente que determine qué es lo que realmente le corresponde pagar al país y qué es lo que constituye el fruto de los infames negociados que se vienen tejiendo desde 1976 hasta la actualidad. De esta manera, la Argentina carga con un ancla cada vez más pesada.   

La información sobre la intervención de los banqueros para destrabar la situación a horas del vencimiento del plazo de prórroga del pago de los bonos de la deuda reestructurada fue confirmada por fuentes del sector bancario, las que además señalaron que en el operativo para evitar el default participan "todas" las entidades financieras que constituyen ADEBA.

En tanto, un grupo de eurobonistas le solicitaron a Griesa, que ofrezca una cautelar de emergencia para ampliar los plazos de negociación.

Negociaciones con pausa

Por pedido de la Argentina, una delegación integrada por los secretarios de Finanzas, Pablo López, de Legal y Administrativo, Federico Thea, y la Procuradora del Tesoro, Angelina Abbona, estuvo reunida con Pollack desde la mañana, pero sin la presencia de representantes de holdouts. Luego se sumó el ministro Kicilloff

El primer encuentro se inició pasadas las 11, hora de Nueva York, se extendió por más de cuatro horas y luego se ingresó en un "cuarto intermedio". En ese período, comenzó a circular la versión de que el jefe del Palacio de Hacienda no retornaría a Buenos Aires con la Presidenta, sino que seguiría viaje a Nueva York, situación que luego se confirmó. Así fue como Kicillof se sumó a las reuniones y, luego de la medianoche, se pasó a un nuevo cuarto intermedio. 

Noticias Relacionadas