Puntero K, en la mira por 60 hectáreas usurpadas

La crisis habitacional que dejó el kirchnerismo es un campo minado para el nuevo gobierno, ya que ahora deberá resolver una situación compleja y dramática: la toma ilegal de terrenos por parte de medio millar de vecinos en la localidad bonaerense de Moreno.

Es que unas 300 familias tomaron un predio de 245 hectáreas ubicado al costado de la ruta 25, con el objetivo de asentarse en el lugar. Desde el viernes pasado instalaron carpas, lonas, maderas y chapas, con las cuales prometen comenzar a construir sus casas.

Se trata de tierras ubicadas a la altura del kilómetro 7,5 de esa ruta, que son parte de un predio que alquila la Universidad de Morón para utilizarlo como campo experimental para los alumnos de la carrera de Agronomía. 

Los terrenos son linderos al barrio San Diego, un club de campo de la zona de Moreno. De las 245 hectáreas se habrían tomado unas 60, ubicadas en la intersección de Güiraldes y Verdaguer.

La toma comenzó el pasado viernes y a lo largo de la semana las personas que permanecieron en el lugar procedieron a dividir las parcelas. Efectivos de la Policía Bonaerense se mantienen en el lugar, pero por el momento no intervinieron.

La Fiscalía 5 de Moreno, encabezada por Emiliano Buscaglia y el Juzgado de Garantías 1 de esa localidad, quedaron a cargo de la situación, a partir de un pedido de intervención de la intendencia, a cargo de Walter Festa.

Llamó la atención el hecho de que el dueño tuviera pensado ir a alambrar este fin de semana porque ya había habido un intento de toma, del que fue alertado por gente del pueblo, y una gran incógnita para las autoridades es cómo la gente llegó hasta los terrenos.

Sucede que desde la ruta hay que realizar cerca de 8 kilómetros a pie, ya que el camino no está en buenas condiciones para entrar con vehículos normales, habría que hacerlo con una 4×4. Lo que sí supieron en la intendencia es que desde el martes a la madrugada ingresaron colectivos escolares con un puntero conocido de la zona de la gestión anterior.

Los ocupantes explicaron que no responden a ninguna agrupación política y que comenzaron esta medida porque no tienen dónde vivir o porque no pueden pagar el alquiler. Hay familias de hasta siete hijos que no tienen trabajo. Otro aspecto que preocupa es la salud de la gente, debido a la gran distancia entre la ruta y los terrenos, sobre todo por las intensas lluvias que se esperan para el sábado. El camino es de tierra y existen altas probabilidades de que se inunde y se vuelva intransitable.

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