Quiénes son los nuevos hombres del Gabinete K

Un referente de la política del baúl

Aníbal Domingo Fernández estuvo ligado al poder dentro del Partido Justicialista desde el comienzo mismo de la democracia allá por 1983, cuando se desempeñó como asesor en la legislatura bonaerense.

En 1991 llegó a la intendencia de Quilmes, donde una denuncia judicial por “falsificación de documento público” en una causa en la que se investigaba la contratación de un estudio jurídico para negociar la deuda de ese municipio con la empresa Aguas Argentinas, lo habría llevado a escapar en el baúl de un auto y estar 48 horas prófugo de la Justicia.

Su amistad con Carlos Menem y Eduardo Duhalde, hizo que este último lo cobijara en la gobernación bonaerense donde actuó como Secretario de Gobierno. Con la llegada del bonaerense al poder nacional en el 2002, fue primero Secretario General de la Presidencia y luego ministro de Producción. Su afinidad con Néstor Kirchner lo llevó a ser Ministro del Interior.

Con Cristina Fernández fue primero Ministro de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos y Jefe de Gabinete, hasta ser elegido en 2011 como Senador Nacional por la provincia de Buenos Aires.

La lejanía del poder no era lo suyo, y a comienzos de este año volvió al Ejecutivo para ser nuevamente Secretario General de la Presidencia y retomando ahora la labor en la Jefatura de Gabinete.

Un hombre ligado siempre al poder, siendo primero un encolerizado menemista, para luego ser un furibundo duhaldista para terminar en el nuevo milenio profesando fidelidad al proyecto K, que lo tiene como uno de sus principales baluartes mediáticos.
Son frecuentes las denuncias de la oposición, especialmente de Elisa Carrió, que vinculan a Aníbal Fernández con el flagelo del narcotráfico.

Camporismo rentado

Eduardo “Wado” De Pedro es la principal mente en la agrupación que lidera Máximo Kirchner. Su amistad con el hijo presidencial, lo llevó a tener un trato frecuente con Cristina Fernández cuando ésta era la Primera Dama de Néstor Kirchner. Esto le valió que una vez ascendida al poder, la Jefa de Estado lo pasara a tener como uno de sus principales consejeros. Esto lo llevó a integrar las listas del Frente para la Victoria en las elecciones del año 2011, donde se consagró diputado nacional por la provincia de Buenos Aires.

Anteriormente había tenido su paso por el Estado, cuando a través de otro camporista como Mariano Recalde, fue designado como vicepresidente de la estatizada Aerolíneas Argentinas y Austral.

Hijo de desaparecidos y con serias dificultades para hablar por un severo problema de tartamudez, supo escalar posiciones dentro de la estructura clientelar de la agrupación La Cámpora y del Partido Justicialista.

Cultor de un bajo perfil y poco afecto a dar notas a los medios de comunicación, durante mucho tiempo ni siquiera se podía obtener una foto de su persona.

La llegada en 2003 del kirchnerismo al poder, lo mostró escéptico con el hombre llegado desde la Patagonia, pero luego comenzó a acercarse al oficialismo por su política de Derechos Humanos.

De Pedro estuvo salpicado por un escándalo que se registró en Chubut cuando el banco de esa provincia le prestó 60 millones de pesos a Molinos Cañuelas, una empresa que no tiene ninguna inversión en ese territorio. En el mercado aseguran que esa firma es controlada nada menos que por el diputado bonaerense Alberto España, tío de Wado De Pedro.

Una familia de fanáticos K

El nuevo Secretario de Salud Comunitaria, Nicolás Kreplak, es un hombre de La Cámpora. Integrante de la Comisión de Salud y Deportes del Centro de Estudios Políticos de la agrupación juvenil, dice haber llevado adelante trabajos de salud sexual y reproductiva dentro del Ministerio de Salud, aunque su gestión no habría tenido resultados significativos.

Nicolás es familiar del abogado Ernesto Kreplak, uno de los abogados que votó a favor de la suspensión del fiscal José María Campagnoli que investigaba a Lázaro Báez, el testaferro de Néstor Kirchner.

Ernesto Kreplak fue considerado el ideólogo del cepo informativo que se dispuso en la Inspección General de Justicia (IGJ) y en el Registro de la Propiedad cuando estalló el caso Ciccone. Desde 2012 y hasta este año, fue titular de la Subsecretaría de Coordinación y Control Registral, que controla ambos organismos. Llegó a ese cargo de la mano de otro integrante de La Cámpora, el secretario de Justicia, Julián Alvarez.

Premio a la obsecuencia

Con una amistad con el expresidente Néstor Kichner, Daniel Gollán asumió ayer como nuevo ministro de Salud de la Nación.

Médico sanitarista y con buena sintonía con La Cámpora, se desempeñó durante mucho tiempo como el número 2 del ministerio bajo la gestión de Manzur, ocupando también la Secretaría de Salud Comunitaria.

Sus inicios como profesional de la salud lo tuvo con Floreal Ferrara, ex ministro de Salud de la provincia de Buenos Aires. Militante de la Juventud Universitaria Peronista en los años de plomo, fue detenido por la última dictadura militar. Dice haber sufrido torturas en uno de los tantos campos de concentración que asolaron al país, y estuvo exiliado en Alemania. En aquel entonces, su amigo Néstor Kirchner, con quien ya se conocía, comenzó a amasar una fortuna en Santa Cruz comprando propiedades a precio vil gracias a las políticas de Martínez de Hoz.

Gollán fue director de un hospital en Lanús, coordinó durante cuatro años el Programa Especial de Salud de la ex Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva y tuvo a su cargo la subdirección de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat), entre 2008 y 2010.

Noticias Relacionadas