Victoria Vanucci prendió el ventilador

Recrudece la guerra entre Szpolski, Garfunkel y Pergolini

Victoria Vanucci acusó ayer al exsocio de su marido de querer asesinarlo y dijo que el conductor “es tan nefasto como el resto” de los accionistas. Las acusaciones visibilizan ilícitos que viene investigando la Justicia y que diario Hoy denuncia desde hace dos años

"El Grupo Veintitrés fue una gran lavadora, fue como un lavarropas caminando”, disparó ayer la esposa del empresario Matías Garfunkel, Victoria Vanucci, en el programa Intrusos.

Desde Miami, donde se radicó junto a su familia hace un año, la exmodelo acusó al exsocio de su marido en el grupo de medios ultrakirchneristas, Sergio Szpolski, de ser el responsable del vuelco del vehículo sufrido por Garfunkel en Bariloche en 2013, por el que estuvo al borde de la muerte. 

“Nunca fue un accidente, pero, como el resto de las cosas, van a tener que demostrarlo. Las amenazas que recibió mi familia está confirmado que las hicieron desde la oficina de Szpolski”, sostuvo por Skipe, mientras aseguró que esas intimidaciones fueron la razón para que la pareja haya dejado el país.

Contó, además, que la diputada Elisa Carrió le pidió a su esposo que se presente ante la Justicia argentina para brindar pruebas y agregó que su marido lo hará a la brevedad.

¿Y los trabajadores?

En referencia a lo que consideró el “vaciamiento” del Grupo Veintirés, cuyos trabajadores reclaman el cobro de varios meses de sueldos adeudados, aportes e indemnizaciones, Vanucci dijo que no puede “creer que con toda la que se afanaron no puedan pagarles”.

“Los exsocios de mi marido son nefastos y una porquería. Matías no dejó a la gente sin comer y no es responsable”, afirmó la mujer del millonario. Y sumó a las acusaciones a Mario Pergolini, socio de Garfunkel y Szpolski en FM Vorterix. “Aunque intente tirarse lavandina para limpiarse, va a tener que responder ante la Justicia. Es tan nefasto como el resto de los accionistas”, disparó. 

Según ella, su esposo “tiene que demostrar a todos que se mandó una cagada enorme” y “va a trabajar para que se sepa quiénes fueron estos siniestros que estaban ahí atrás”, en referencia a Szpolski y el condutor radial.

“Va a ser un largo camino, pero Pergolini no zafa”, insistió la exteninsta. “Hizo Vorterix con plata de Garfunkel, que es un testigo para la ruta dinero K”, se despachó.

Trapitos al sol

El quiebre interno de la sociedad Szpolski – Garfunkel más el avance de las causas judiciales que investigan los desmanejos financieros del grupo, están sacando a la luz maniobras ilegales que el diario Hoy viene denunciando desde 2014.

Ya en agosto de ese año, este medio hizo públicas las sospechas del desvío de los millones que la sociedad recibía en concepto de publicidad oficial hacia empresas fantasmas y la presunción de que varias de ellas estaban siendo vaciadas. También se indicó la emisión masiva de cheques sin fondos, las sospechas de lavado de dinero y la utilización de testaferros por parte de Szpolski. Dos meses después, este diario profundizó la investigación del vaciamiento de empresas del Grupo Veintitrés, como el caso de la FM Identidad 92.1, adquirida junto a Pergolini para liquidarla y utilizar la frecuencia con el nombre Vorterix, sin siquiera tener la autorización de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (Afsca).

“Los dichos de Vanucci son una autoacusación”

En diciembre pasado, el dirigente del Frente Renovador Walter Martello denunció ante la Unidad de Información Financiera (UFI) a la dupla Szpolski-Garfunkel por vaciamiento de empresas, tener testaferros, evadir aportes previsionales y entregar cientos de cheques sin fondos.

Ayer, luego de las declaraciones de Vanucci, el legislador le dijo a Hoy que los dichos de la esposa del empresario “representan una autoacusación de muchos de los delitos que nosotros venimos denunciando todo este tiempo”. 

“Esta mujer no puede obviar que su esposo fue socio de Szpolski, con lo cual, todas estas acusaciones lo que hacen es fortalecer irregularidades que le competen al propio Garfunkel”, sostuvo.

Sobre el estado de la denuncia que se tramita en la UIF, Martello dijo que la investigación “va avanzando” y que la parte más dificultosa de la pesquisa es el entrecruzamiento de las empresas, ya que “Szpolski tenía como norma la utilización de testaferros, en muchos casos parientes o allegados, para no tener muchas de las compañías del grupo a su cargo”.

En agosto, tras una denuncia de la AFIP, los dueños del Grupo Veintitrés fueron imputados por evadir aportes previsionales y cargas sociales de sus exempleados pese a que, solo en 2015, el kirchnerismo a través de la Anses destinó al Grupo Veintitrés más de $105 millones en publicidad oficial.

El titular de la AFIP Alberto Abad entendió que los empresarios presentaban la declaración jurada de los empleados en relación de dependencia y retenían los aportes previsionales, pero no los depositaban. La Justicia les trabó un embargo.

“Esa denuncia corroboró nuestros dichos”, sostiene el legislador Martello, quien considera que “el millonario embargo que les trabaron respecto a la deuda que tenían por aportes previsionales demuestra que la maniobra era clara: ellos percibían el dinero de la pauta publicitaria por parte del gobierno kirchnerista, no hacían frente a ninguna obligación, porque en algunos casos libraron cheques sin fondos y en otros no pagaron al fisco, con lo cual obtenían una ganancia inusitada”.

El ocaso de una sociedad crecida al calor de los millones K

Szpolski y Garkunkel fueron socios del conglomerado de medios que se benefició con pauta oficial durante la gestión de Cristina Kirchner entre febrero de 2011 y noviembre o diciembre del año pasado.

Durante los últimos seis años del kirchnerismo, el Grupo Veintitrés facturó, al menos, 814 millones de pesos.

A partir de la crisis desatada dentro de la sociedad que incluyó, según denuncian los trabajadores de los medios que la componían, el vaciamiento de los distintos medios que conformaban el grupo cuando el kirchnerismo perdió las elecciones presidenciales, Garfunkel se instaló con su familia en Miami.

En enero de este año, mientras los empleados de los medios K reclamaban por indemnizaciones, sueldos atrasados y aportes nunca realizados, Garfunkel denunciaba a Pergolini por Twitter, adjuntando un documento interno de facturación de la pauta oficial de 2015 que demostraba cómo el conductor radial había cobrado a través de 

Vorterix dinero de pauta que, en realidad, era de los diarios El Argentino y Tiempo Argentino.

Desde entonces, el millonario empresario ha utilizado esa red social para hacer catarsis mediante cataratas de tuits, por medio de los que habló de su accidente como un “atentado”, denunció amenazas y el hackeo de sus dispositivos electrónicos.

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