Saintout y la peor cara del kirchnerismo

Estaría sosteniendo su candidatura a la intendencia con recursos e infraestructura de la Universidad. Manipuló las donaciones para los inundados y tiene vínculos con uno de los principales implicados en el Boudougate. Volvió a premiar a Hebe de Bonafini

Amedida que avanza la campaña electoral, se pone de manifiesto que Florencia Juana Saintout es, sin lugar a dudas, la principal representante en la ciudad de todo lo cuestionable que tiene el kirchnerismo. Sólo así puede entenderse como un personaje vinculado a las más aberrantes prácticas políticas, como fue haber manipulado y redireccionado en beneficio propio las donaciones que deberían haber llegado a los sectores afectados por las inundaciones de 2013 (en complicidad con La Cámpora), ahora puede darse el lujo de ser precandidata a intendenta.

Según pudo saber Hoy, Saintout habría ordenado poner todos los recursos y la infraestructura de la Facultad de Periodismo –como así también Radio Universidad y del canal Universitario-, que se financian con recursos que salen de los impuestos que pagamos todos los ciudadanos, al servicio de  su campaña electoral. Afiches, gigantografías, pasacalles, banners, pecheras, portales para hacer operaciones de prensa y militantes rentados, se estarían pagando con recursos que saldrían del presupuesto universitario o de convenios de trabajos a terceros que firma la facultad, utilizando para ello una fundación trucha que no es auditada por nadie y que, al ser una entidad privada, tampoco es alcanzada por los mecanismos de control que existen en la Universidad. Es decir, el 21% del IVA que paga Doña Rosa cada vez que compra un paquete de fideos, que debería servir para sostener la educación pública, estarían terminando en la arcas de la campaña de Saintout.

A sus 45 años, la decana de Periodismo hizo casi toda su carrera política en los claustros. Formó parte de las maniobras que se pusieron en marcha para echar y marginar a todos los docentes que no se encolumnaban políticamente con el oficialismo. Y luego fue más allá: bautizó el nuevo edificio de la facultad con el nombre “Néstor Kirchner”. Allí montó una serie de actos para congraciarse con lo más rancio del universo K. Por ejemplo, premió a Hebe de Bonafini, poco después de haberse conocido el escándalo por los $1200 millones que tanto Hebe como su ex hijo putativo, el parricida Sergio Schoklender, malversaron en la Fundación Madres de Plaza de Mayo.

Como si todo esto fuera poco, el pasado 14 de julio, en esa misma sede, Saintout le hizo entrega del doctorado “honoris causa”, la máxima distinción que otorga la casa de altos estudios, a la titular de Madres. No por casualidad, las principales autoridades de la UNLP, como Raúl Perdomo y Fernando Tauber, se excusaron de participar y pegaron el faltazo. 

Saintout también utilizó la facultad para darle cobijo a uno de los principales implicados en el denominado Boudougate. Nos referimos a Martín José Cortes, quien fue vocero de Felipe Solá y luego se convirtió en director del Banco de Formosa, una de las principales cajas políticas de Gildo Insfrán, el gobernador feudal de esa provincia. Cortés actualmente está procesado en la Justicia por haber cobrado $2,2 millones que, según la investigación judicial, se habría utilizado para encubrir una coima, una devolución de los honorarios percibidos que cobró la firma The Old Fund –integrada por testaferros del vicepresidente- por un supuesto asesoramiento para reestructurar la deuda de Formosa.

Cortés es un estrecho aliado político de Saintout, al punto que la decana le creó una cátedra a medida: el Taller de Planificación Comunicacional en el Sistema Productivo. Eso no es todo: también nombró a su hijo, Joaquín Cortés, como responsable de la regional que la facultad, no por casualidad, abrió en Formosa. Actualmente, Joaquín Cortés se desempeña como director Nacional de la Juventud, un cargo que forma parte del Ministerio de Desarrollo Social que conduce Alicia Kirchner.

Saintout también le creó una cátedra a medida a Fernando Esteche, el líder de la agrupación Quebracho, que arrastra una condena judicial por haber provocado una serie de desmanes en un local partidario de Jorge Sobisch en 2007. Quebracho es una agrupación sospechada de tener vínculos con los servicios de inteligencia y, según el fallecido fiscal Alberto Nisman, Esteche habría sido uno de los protagonistas del pacto de impunidad que habría firmado el gobierno K con el régimen iraní.

Tan cercana es la relación de Saintout con Esteche, que la agrupación Quebracho se suele encargar de las tareas de seguridad cuando se organizan actos en la facultad. Además, en el año 2013, cuando la Corte Suprema dejó firme la condena a Esteche y se libró una orden de detención, el líder de Quebracho decidió entregarse, con una conferencia de prensa previa, en la facultad. Varios meses estuvo en la sombra, en el penal de Ezeiza, y desde Periodismo le facilitaron poder acceder a un doctorado y tomar finales a sus alumnos desde el penal. El “doctorado” hizo que se le computaran 20 meses de condena como cumplidos, dejándolo en condiciones de recibir el beneficio de la libertad condicional.

En definitiva, la mal llamada década ganada tiene, en Saintout, a uno de sus principales especímenes.

El vínculo con el asesino de Cabezas

En noviembre del año pasado, el diario Hoy reveló, en exclusiva, que uno de los asesinos del reportero gráfico José Luis Cabezas, Horacio Braga, concurrió al Concejo Deliberante de La Plata para respaldar un proyecto impulsado por Florencia Saintout –que es concejal- y hasta aplaudió la disertación de la decana.

El homicida asistió a la sesión como parte de la Cooperativa de Trabajo Kabrones, una organización ligada al kirchnerismo que está integrada por ex presidiarios que recuperaron su libertad o están en proceso de hacerlo.

Braga fue condenado como coautor penalmente responsable del asesinato del reportero gráfico de Noticias. Todo indica que fue quien le disparó a quemarropa y quemó el cuerpo. Quedó en libertad tras cumplir ocho años efectivos de cárcel.