Sbattella suma denuncias y va a juicio oral

La Cámara Federal porteña confirmó que el extitular de la UIF deberá sentarse en el banquillo de los acusados. Está procesado por abuso de autoridad. La Oficina Anticorrupción ayer lo denunció penalmente por escandalosos sobreprecios vinculados a inmuebles 

El economista platense José Sbattella, uno de los máximos garantes de la impunidad durante la era kirchnerista, estará en el banquillo de los acusados. La Sala II de la Cámara Federal penal porteña confirmó ayer que el extitular de la Unidad Información Financiera (UIF) debe ir a juicio oral y público por abuso de autoridad y violación de secretos en perjuicio del Grupo Clarín.

Con las firmas de los jueces Martín Irurzun y Eduardo Farah, el tribunal rechazó un recurso de la defensora oficial de Sbattella. Además, dio por desistido el recurso de la fiscal Paloma Ochoa ya que no fue mantenido por su colega de la instancia superior, Germán Moldes.

Ochoa se opuso a formular el requerimiento de elevación a juicio de la causa pese a que el juez Luis Rodríguez ya había cerrado la instrucción iniciada en 2010 por denuncia del Grupo Clarín. Y pidió la nulidad de toda la causa, lo que fue rechazado por Rodríguez en una resolución ahora confirmada por la Cámara.

Sbattella está procesado por difundir datos de una denuncia que el organismo que él tenía a su cargo hizo contra el Grupo Clarín. Fue a través del programa 6, 7, 8 de la TV Pública y del diario Página/12.

Eso no es todo. El extitular de la UIF ayer fue denunciado por la Oficina Anticorrupción (OA), cuyas autoridades apuntaron contra su gestión: sospechan que hubo sobreprecios en la refacción de las oficinas donde operaba el organismo por una suma cercana a los 27 millones de pesos.

El organismo que preside Laura Alonso denunció que la UIF de Sbattella alquiló dos pisos de un inmueble ubicado en Cerrito 264, en la Ciudad de Buenos Aires, y ordenó una refacción por 27 millones de pesos, a cinco meses de que se terminara el contrato de locación. La operación no era reembolsable por parte del locatario. 

“El 30 de septiembre de 2013 las autoridades de la UIF, encabezadas por José Sbattella, alquilaron los pisos 8 y 9 (Unidades funcionales 1, 49, 50 y 51) del edificio por 120.000 pesos mensuales. En 2014 por medio de la licitación 2/2014 se adjudicó una obra para realizar diversas mejoras a la empresa Bebanato SA, entre ellas la adquisición de red de datos, seguridad y otras refacciones por un total de 27 millones de pesos. La finalización de las obras estaba prevista para mayo de este año, mientras que el contrato de alquiler vencía en el mes de septiembre. De esta forma, las autoridades de ese momento no tuvieron en cuenta que se invertirían 27 millones de pesos para usar el edificio renovado durante solo cinco meses”, explica en la denuncia, y agrega que “la UIF no contempló un resarcimiento por parte del locatario”.