Scioli y un apoyo dividido en la provincia


 
La interna que vive el Frente para la Victoria (FpV) en la provincia de Buenos Aires está haciendo poner nervioso a más de uno de los principales líderes del oficialismo, más que nada por la virulencia con la que se viene desarrollando, lo que ha llevado al candidato presidencial del kirchnerismo, el gobernador Daniel Scioli, a hacer un difícil equilibrio entre Aníbal Fernández y Julián Domínguez.
 
En el día de ayer, el ex motonauta aprovechó el fin de semana de campaña para mostrarse con ambos candidatos. Es así que primeramente se hizo presente en un acto que el jefe de Gabinete efectuó en la ciudad de Ituzaingó con motivo de lanzar la reelección de Alberto Descalzo en el populoso distrito de la Primera Sección Electoral.
 
En dicho mitin, Scioli sostuvo que “a pocos días del 9 de agosto, convoco a todos los sectores del Frente para la Victoria con la columna que es el peronismo, pero también a los independientes, a los indecisos y a la clase media que es exigente para el voto".
 
Luego, el gobernador se movilizó hacia Lomas de Zamora donde llevó adelante una “Caravana para la victoria” junto a Julián Domínguez, Fernando Espinoza y Martín Insaurralde, para darle un espaldarazo a la campaña del presidente de la Cámara de Diputados de la Nación.
 
Domínguez aprovechó la ocasión para lanzarle “flores” al candidato presidencial del FpV, al manifestar que “lo mejor que le puede pasar a la provincia es que Daniel sea presidente, porque conoce las cosas que aún quedan por hacer, y nos va a ayudar a concretar los desafíos que le estamos proponiendo a Buenos Aires".
 
De esta manera, Scioli se muestra dividido en su apoyo hacia los candidatos oficiales a sucederlo en el sillón de Dardo Rocha y busca poner calma en una interna que sube de tono y que amenaza con romper la calma dentro del espacio K de cara a las PASO del próximo 9 de agosto.
 
 

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