Secuestraron cerca de 2.300 celulares en las cárceles de La Plata

A esa cifra se llegó tras requisas de penitenciarios en los 12 penales de la capital provincial durante el primer semestre del año. En los 55 centros de detención de la Provincia se incautaron más de 12.000. Se profundizan los operativos para reducir los secuestros virtuales y otros delitos

En el primer semestre del año se secuestraron cerca de 2.300 celulares en poder de detenidos o escondidos en sus celdas, en las cárceles del partido de La Plata. La norma vigente no permite que los reclusos tengan teléfonos móviles, por lo que son frecuentes los operativos de requisa por parte del personal de seguridad, cuyos resultados sorprenden: en la Unidad 1 de Olmos se incautaron 941 celulares entre el 1º de enero y 30 de junio pasado.

Desde el gobierno bonaerense profundizaron los procedimientos para detectar artefactos de comunicación con el fin de reducir la posibilidad de que se produzcan secuestros virtuales o cualquier otro tipo de delitos, como amenazas en el marco de violencia de género o incluso el de comandar bandas dedicadas a la venta de drogas. Los presos y sus familiares intentan meter en las cárceles teléfonos celulares ocultos en una papa, libros, pañales o incluso en el pan. Así fue que en las diferentes requisas realizadas en los 55 penales provinciales los efectivos del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) secuestraron más de 12.000 artefactos.

En La Plata funcionan doce penales y en los primeros seis meses del año se sacaron del circuito carcelario 2.295 teléfonos móviles. De acuerdo a un informe al que tuvo acceso diario Hoy, en las cuatro cárceles de Lisandro Olmos se secuestraron 982 celulares: 941 en la Unidad 1, 7 en la Unidad 22, 10 en la Unidad 25 y 24 en la Unidad 26. En los tres penales de Melchor Romero (unidades 10, 34 y 45) se incautaron 265 aparatos, mientras que se secuestraron 283 en los dos de Gorina (unidades 12 y 18), 109 en los dos de Los Hornos (unidades 8 y 33), y 598 en el de Villa Elvira (Unidad 9).

Los celulares son, además de las drogas, los elementos más preciados por los reclusos dentro de la cárcel. Las requisas realizadas por personal de Dirección de Seguridad del SPB en los pabellones, calabozos o a las visitas permitieron secuestrar esos objetos. 

Es que el refrán “hecha la ley, hecha la trampa” se aplica en todo su esplendor en los establecimientos penitenciarios. Los familiares recurren a todo tipo de artimañas para burlar los controles. En las doce cárceles de La Plata están alojados unos 7.200 internos y la gran mayoría recibe la visita de sus familiares. En esos encuentros, por los general durante los fines de semana, los parientes o amigos de los reos llegan con comida y paquetes. Las mercaderías, antes de ingresar, son revisadas por personal penitenciario, que además tiene la tarea de revisar los bolsillos y prendas de vestir de los visitantes. “Los operativos sorpresivos realizados por la Dirección General de Seguridad han dado excelentes resultados”, explicó un vocero penitenciario.

Sanciones y desguace  

Indefectiblemente, de alguna manera se burlan los controles, y por eso se realizan operativos en las celdas y pabellones. Con respecto al destino de los celulares secuestrados, quedan depositados en la jefatura del penal y luego son llevados a la cárcel de Olmos al programa de reciclado de elementos tecnológicos.

Un vocero del gobierno bonaerense aseguró que mejorar los procedimientos de requisa en los penales para detectar celulares ha contribuido a bajar los índices de inseguridad en la Provincia, luego de un plan implementado desde el Ministerio de Justicia. Cabe aclarar que cuando a un recluso se le encuentra un celular tiene una sanción administrativa que impacta negativamente en el sumario de ejecución de la condena.

Marihuana en saquitos de té y dinero en dentífricos

Además de celulares, hay otros elementos que están prohibidos cuando alguien está detenido en una cárcel.

“Hemos encontrado marihuana en saquitos de té o de mate cocido. Es increíble el trabajo que se toman algunos familiares o amigos de los presos para abrir cada envoltorio, moler la droga, mezclarla y volver a cerrar todo. Lo mismo hacen con las latas de frutas o de tomates”, expresó un veterano guardiacárcel que solicitó mantener su nombre en reserva.

Durante las inspecciones se han encontrado pomos de dentífricos en los que se habían colocado rollos muy finos de billetes de $500. Las gaseosas constituyen otro elemento utilizado para meter drogas, especialmente cocaína. Por reglamento está prohibido ingresar bebidas oscuras y solo se permiten aquellas que son incoloras. No obstante, se descubrieron casos en los que se usaron agujas para inyectar droga diluida a través de las tapas de los envases de bebidas de lima-limón.