S.O.S, faltan hasta jeringas

La política de control de importaciones impuesta por el gobierno nacional, hace escasear jeringas en los centros médicos bonaerenses. Reminiscencias de Guillermo Moreno que complican la labor en la Salud

La crisis que vive la Argentina se hace sentir en todos los ámbitos de la vida diaria, y la Salud no podía estar ajena a este declive social que respira el país por estas horas.

Según pudo saber Hoy, en la provincia de Buenos Aires comienzan a faltar jeringas debido a la fuerte política restrictiva a las importaciones que ejecuta el gobierno nacional, una rémora de la dirección estricta implementada por Guillermo Moreno en el pasado, pero que se sigue continuando hoy día a pesar de que el polémico funcionario renunció hace casi 10 meses y fue reubicado como agregado comercial en Italia .

Instituciones ligadas a la Salud advierten que desde hace cerca de seis meses que no ingresan jeringas al país, complicando enormemente el normal desenvolvimiento de los profesionales en los centros médicos.

En un mercado dominado mayoritariamente por productos importados, donde se calcula que alrededor del 80% de las jeringas vienen de afuera, principalmente de China y Estados Unidos, la oferta local tiende a ser insuficiente y sumamente deficitaria.

El presidente de la Federación de Clínicas de Buenos Aires (FECLIBA), Héctor Vazzano, señala a Hoy que “la falta de jeringas es un tema que preocupa mucho hoy día a todos los sectores de la Salud, y ya hemos dado aviso a las autoridades provinciales para que vean esta situación y traten de darle una pronta solución”.

En ese sentido, el profesional advirtió que “desde el gobierno provincial se nos escucha y se trata de trabajar para solucionar este inconveniente que se sufre en los últimos tiempos, pero desde Nación todavía no hemos tenido respuestas a nuestros reclamos”.

El silencio oficial no hace más que dejar en claro que los baches que se encuentran tapando diariamente a la gestión, están a punto de desbordar y de ocasionar inconvenientes aún imposibles de magnificar al corto y mediano plazo.

La falta de crédito para el sector de la Salud, sumado al corte que ha sufrido la cadena de pagos y a una política de restricción a las importaciones que hace escasear recursos básicos para el normal desarrollo de la actividad, hace que la salud de los bonaerenses esté cada día más complicada.

El total abandono por parte de las autoridades hacia la situación que tienen que padecer cientos de miles de argentinos diariamente en los nosocomios públicos y privados, hace que se esgriman excusas que sólo sirven para seguir empeorando el deteriorado y decadente sistema sanitario nacional.

Consecuencias del encierro oficial

Hace casi un año que Guillermo Moreno no se encuentra entre los integrantes más destacados del kirchnerismo, pero su política restrictiva a las importaciones se sigue haciendo sentir fuertemente en la vida de los argentinos.

La fracasada política de controlar todos los sectores de la economía nacional, por orden de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, llevó a que la Argentina se cerrara prácticamente al mundo, encareciendo en alto grado el precio de los insumos básicos.

Una situación que puede advertirse claramente en la falta de instrumentos médicos, donde según Héctor Vazzano, presidente de Fecliba, “antes a las jeringas las conseguíamos a 60 centavos cada una, ahora el costo de las mismas se ha ido a más de dos pesos, complicando notablemente el habitual desenvolvimiento de las clínicas”.

“Esto hace que los costos se vayan por las nubes y tengamos que llevar todo adelante sin molestar el bolsillo del beneficiario. Un escenario preocupante el que vivimos y donde estamos haciendo mucho esfuerzo para evitar que esto recaiga en la gente”, subrayó.

Cabe destacar que, por el momento, las clínicas bonaerenses no están cobrando el copago que se aplica en distintas provincias y localidades del interior a los afiliados de las prepagas. No obstante, por la crisis, el plantel de profesionales se sigue achicando por falta de presupuesto, y los médicos, enfermeras y personal de mantenimiento no dan abasto para atender en tiempo y forma la demanda de la población.

Todo esto pareciera importar poco a quienes comandan los destinos del país, preocupándoles más la interna y la campaña política, que dar solución a los problemas más graves y urgentes de la ciudadanía.

El PAMI en estado terminal

La falta de inversión que el Estado ha venido realizando en las últimas décadas ha sumergido al sistema de Salud en una crisis terminal, demostrando que el tema sólo importa en épocas de campaña y que una vez llegados al poder se olvidan rápidamente del mismo.

Esto puede verse en la labor llevada adelante por el PAMI, la obra social más grande de Latinoamérica con más de 4 millones y medio de afiliados, donde la falta de pago a los proveedores hace que el servicio que brinda el mismo sea por demás deficitario.

A la falta de atención en farmacias que se viene viendo desde hace semanas en la provincia de Buenos Aires, se le suma ahora la discrecionalidad en el pago de cápitas a las clínicas, lo que no hace más que sumarle contratiempos a las miles de personas que tienen como único resorte la obra social estatal.

Desde Fecliba advirtieron que “la labor con el PAMI es muy problemática, hay grandes atrasos en los pagos y se dificulta muchísimo la atención al público”.

Los hechos marcan la difícil situación por la que atraviesa la obra social nacional, con magros resultados para sus afiliados y siempre empapada en hechos de corrupción que no hacen más que ensuciar su imagen ante la sociedad.