La perito Virginia Creimer, en diálogo con Hoy

Tras las huellas del delito: cómo es la investigación de los casos de grooming

La perito en Medicina Forense, Virginia Creimer, es una fuente de consulta prácticamente obligatoria al momento de investigar un delito. Creó un gabinete de Psicoinformática para descubrir a los pedófilos que captan a sus víctimas por internet. La importancia de estar atentos a los dibujos de los más pequeños. Detalles de cómo actúan los pervertidos

La pedofilia y los niños que caen en las redes de perversos a través de internet es un flagelo que preocupa en el país y en nuestra región. Virginia Creimer lleva más de 20 años de trayectoria como médica legista forense y se especializa en realizar peritajes de casos relacionados con la violencia institucional y contra la niñez. Trabajó varios años en el ministerio público de la Provincia de Buenos Aires, donde creó un gabinete de Derechos Humanos y otro de Psicoinformática, que permite descubrir a los pedófilos que captan a sus víctimas a través de internet. 

“Cuando estaba frente al ministerio público de la Provincia de Buenos Aires, creé un gabinete de Derechos Humanos y otro de Psicoinformática, el cual permite descubrir a los pedófilos que captan a sus víctimas a través de internet. Esta herramienta se utiliza para investigar los perfiles que tienen los usuarios de internet para llegar a los niños. A partir de ello, nos chocamos con la realidad. En las distintas causas que llegaban había múltiples casos de pornografía infantil: 95.000 fotos, cinco discos rígidos. Así, nos dimos cuenta que el marco legal no nos alcanzaba, porque poseer pornografía infantil no es delito en nuestro país, cuando sí lo es en la mayoría de los demás”, dijo Creimer en diálogo con diario Hoy.

“Mediante la Psicoinformática, el perito baja toda la información que se encuentra en la computadora, el perito psicólogo forense hace un análisis de la conducta del consumo de usuario del individuo, no solo de varones sino también  de mujeres, porque no distingue sexo, escala social, cultural ni económica; los abusadores están en todas partes”, explicó la especialista.

Creimer indicó que “pensamos que cuando tenemos a los chicos tranquilos jugando con su computadora nada les puede ocurrir, y sin embargo del otro lado de la pantalla existen pedófilos y pedófilas que, a través del grooming, están desarrollando distintas tácticas para llegar a ellos. Tienen manuales específicos para captar a los chicos que sean rubios, mujeres, según la edad, condición social, si tienen pecas, si usan gorra, si hacen deportes; a estos chicos hay que protegerlos y estos pedófilos, además de utilizar internet, usan el contacto directo, y para eso buscan actividades profesionales en las cuales puedan acercarse a los niños”.

Indicios a tener en cuenta

Respecto a la comunicación, la experimentada perito señaló que “los chicos se expresan como pueden, no como quieren. Lo que no ponen en palabras, lo hacen en una declaración o a través del juego o del dibujo. El estudio de los dibujos lleva pocos años en la Argentina, pero ha sido muy fructífero. Existen libros que demuestran que hay ciertas características en los dibujos, donde el chico está tratando de mostrar lo que le pasó. Ciertas descargas de tinta, dibujos agresivos, remarcar ciertos lugares del cuerpo o dibujar imágenes fálicas, cuando los niños de tres, cinco o seis años no tienen por qué conocer la erotización de su cuerpo porque no han llegado a esa etapa. Hay que distinguir algo fundamental y es que los chicos no mienten. En el caso de los abusos, quienes buscan una posible víctima se toman un gran trabajo, son muy habilidosos en este sentido; preparan a la víctima de manera tal de imponer el secreto en ella y hacerla responsable de ese secreto. Cuando el resto de la familia se encuentra viva, en general, lo que hace el abusador cuando el chico o la chica empieza a resistirse porque se da cuenta de que a sus compañeritos no les ocurre lo mismo que a él o a ella, pasa de un secreto simple a las amenazas. La primera es voy a matar a tu mamá. El abusador hace responsable a la criatura, no solo de guardar el secreto, sino de la vida o la muerte de sus seres más queridos; por eso es tan difícil desentrañar ese secreto y que los chicos puedan ponerlo en palabras y decirlo con la precisión que los adultos esperamos que lo digan”. 

Una distinguida especialista

Virginia Creimer es médica forense, especialista jerarquizada en Medicina Legal y Clínica Quirúrgica. Realizó trabajos en casos resonantes como el Triple Crimen de General Rodríguez, el asesinato de Mara Matheu en la Costa Atlántica y su análisis clínico fue decisivo para que el represor Miguel Etchecolatz siga cumpliendo condena en una cárcel común, además de haber intervenido en cientos de casos de abusos como el de Lucas Puig. Actualmente dirige su consultora pericial de Ciencias Forenses, a la cual le llegan casos para investigar desde distintos puntos del país. 

Los números son alarmantes 

En nuestro país, el acoso de un mayor hacia un menor por internet, más conocido como grooming, fue incluido como delito en el Código Penal argentino actual en noviembre de 2013, hecho que provocó mucha controversia y críticas por parte de actores de la sociedad civil y académicos. La pena que se prevé para aquel que contacte a un menor de edad con el propósito de cometer cualquier delito contra la integridad sexual de la misma es de seis meses a cuatro años. 

Desde 2012 se abrieron más de 20.000 causas en todo el país, unas 11 por día. En Capital se pasó de 65 denuncias ese año a 3.174 en 2015. Los números son alarmantes: desde noviembre de 2013 hasta mediados de 2015, la Fiscalía de la Ciudad de Buenos Aires recibió alrededor de 11.000 reportes que incluyen la distribución de contenidos con pornografía infantil y posibles casos de grooming en internet.

Solo en 2015 ingresaron 3.174 denuncias por producción y distribución de pornografía infantil, lo que significa un 165% más en comparación a las denuncias de 2014. 

Familias en alerta: “Mamá en línea”

Pese al peligro que representa internet para los menores, un grupo de mujeres creó el grupo “Mamá en línea”, que se puede contactar vía Facebook y que se ocupa de dar apoyo a las víctimas y de advertir a las familias. “Les explicamos lo fácil que es llegar a un chico, que ellos muchas veces no comprenden que, en el mundo de internet puede haber adultos que mienten. Es como abrir las ventanas de tu casa para que todos entren y hagan lo que quieran”, explica Roxana Domínguez, madre de una menor  que fue víctima de un acosador que la manipulaba y amenazaba. 

“En el Congreso el proyecto de ley para la penalización de la tenencia de pornografía infantil es una moneda del juego partidario y son los chicos los que, en realidad, están en juego, en riesgo”, agregó Domínguez. La tenencia de pornografía infantil aún no está tipificada como delito en nuestro país, en caso de concretar este avance, se podrá actuar en todos los aspectos del abuso sexual infantil. 

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