Tratan ley de resarcimiento para extrabajadores de YPF

La Cámara de Diputados define este miércoles si indemniza a unos 30 mil exempleados de la empresa petrolera. Cerca de 5000 son de nuestra región. Cada uno cobraría 957 acciones tras 23 años de lucha. Denuncian que el oficialismo demoró el tratamiento

Extrabajadores de YPF luego de una lucha de 23 años están a punto de presenciar el voto a la ley de resarcimiento, una indemnización para unos 30 mil exempleados, de los cuales cerca de 5000 son de la región.

La sesión legislativa se desarrollará el próximo miércoles en la Cámara de Diputados de la Nación y se espera que con bonos del Estado las personas despedidas de YPF, luego de la privatización en 1991, cobren cada una  957 acciones de la empresa.

Con el apoyo de los diputados Néstor Pitrola y Pablo López, quienes actuaron como voceros, se logró un proyecto de consenso y que el abono sea en un solo pago, aunque con algunos descuentos. Aún así, la sanción de la ley se fue dilatando en el Senado por disposición del kirchnerista Aníbal Fernández, quien adujo, a fines del año pasado, que quería estudiar mejor el proyecto para su tratamiento.

“Al parecer especulaba con la caída del precio mundial del petróleo y que esa alternancia perjudique a los trabajadores al valer menos las acciones”, explicó Hugo, uno de los despedidos.

Desde las Asambleas de Trabajadores de YPF se informó que “con nuestro accionar se logró colocar un piso mínimo en ese retroceso, pero de todas maneras por culpa de los legisladores del Frente para la Victoria perdimos unos 100 mil pesos cada uno de los exempleados”.

En el caso de que se apruebe la ley de resarcimiento el próximo 29 de abril, el esfuerzo servirá como ejemplo para otros trabajadores que reclaman por derechos similares como los de Altos Hornos Zapla, Gas del Estado, Petroquímica General Mosconi y Entel, entre otros.

Para que el beneficio para los extrabajadores sea una realidad, desde las Asambleas convocaron a todos los despedidos de YPF y sus familiares a sumarse a la movilización y acto que se desarrollará el miércoles a las 16 frente al Congreso Nacional. Según se detalló, ahora comienza una nueva lucha, por el resarcimiento jubilatorio y la reincorporación de exagentes de YPF y sus hijos.

Quejas contra el Gobierno

“El Gobierno nacional volcó 10 mil millones de dólares para indemnizar a la vaciadora Repsol, y en la actualidad sostiene subsidios de todo tipo a Chevron y otros monopolios petroleros. Era hora que se les pagara a los extrabajadores”, se afirmó en un comunicado.

“En estos 23 años de valiente lucha, donde pasaron los gobiernos de Carlos Menem, Fernando De la Rúa, Néstor y Cristina Kirchner, las privatizaciones continuaron y nos negaron un real resarcimiento”, expresó uno de los organizadores de la movilización del 29 de abril.

Un grupo de despedidos de YPF, conscientes de la burocracia sindical, se organizó y presentó el proyecto de ley de resarcimiento económico, al contar con el apoyo del bloque de diputados del FIT (frente de Izquierda y de los Trabajadores) y PO (Partido Obrero).

Luego de la presentación del proyecto de los legisladores de izquierda, el oficialismo se vio obligado a desempolvar iniciativas parciales cajoneadas por años con pseudo indemnizaciones, una de ellas planteaba el pago de 120 cuotas de 1200 pesos a cobrar una vez que se jubilaran.

Una privatización que impactó fuerte en la región

En la década del ’90, cuando Carlos Menem era el presidente de la Nación y Néstor Carlos Kirchner se desempeñaba como gobernador en la Patagonia se privatizó YPF, rematando una parte importante de la soberanía nacional. 

Los K contribuyeron a que, entre 1989 y 1995, 31.245 empleados petroleros quedarán en la calle, recibiendo una pequeña compensación económica en concepto de “retiro voluntario”.  Situación que se repitió muy especialmente en la Refinería La Plata, donde fueron despedidos 4.800 trabajadores, número que representaba el 89% de su planta de empleados. 

Así fue como, en nuestra región, comenzaron  proliferar los remisses, los kioscos y las pizzerías, cuyos dueños precisamente eran los exagentes de YPF que no tardaron en fundirse. Y ello produjo un enorme daño: los barrios que antes eran de trabajadores que progresaban en la escala social con su trabajo genuino, en muchos casos dieron lugar a una precarización extrema, poniendo en crisis el núcleo familiar que es la base de toda sociedad.