Un barrio podría desaparecer por la crisis frutihortícola

La gran crisis en la que está sumida la industria frutihortícola de Neuquén está llevando a la desaparición a un barrio de casi cien años, dado que sus habitantes se van quedando sin empleo. Se trata de la barriada llamada Nueva España, donde vivieron a lo largo de los años muchas familias obreras y donde actualmente residen unas 400 personas, hombres y mujeres ligados al sector en declive. 

Dicho barrio se creó en el año 1922, cuando la producción de frutas estaba en auge, y ahora, casi un siglo después, sus habitantes analizan alternativas que podrían llevarlos a abandonar el lugar en busca de una nueva fuente de supervivencia. Gran parte de los trabajadores del lugar perdieron sus empleos entre 2016 y 2017. 

Algunos de los vecinos de Nueva España eran empleados en la maderera MAM, dedicada a realizar cajones y pallets, que cerró a principios de este mes. Exactamente 92 empleados fueron despedidos por la empresa, que decidió cerrar sus puertas aduciendo una crisis a raíz del aumento en la tarifa eléctrica y la imposibilidad de mantener la producción por la escasa rentabilidad.

Otros residentes de la barriada trabajaban en la compañía recientemente quebrada Jugos del Sur SA, por lo que también perdieron sus puestos de trabajo. Asimismo, la avanzada de loteos en la zona rural aledaña están amenazando la estabilidad laboral del barrio, ubicado en el límite entre la ciudad de Centenario y Neuquén capital.

“Esto duele y mucho. Este es un barrio de trabajo, la gente vive de algunas pocas empresas y de las chacras, que están de­sapareciendo”, manifestó Juana Espinosa, una vecina que fue suspendida por MAM después de trabajar allí 28 años. “El cierre de las fábricas golpea a los vecinos, algunos de ellos montan su economía alrededor de esas empresas del parque industrial”, manifestó.