Un nuevo cachetazo al bolsillo

Por cuarta vez en el año aumentaron las naftas, dañando gravemente los presupuestos de los ciudadanos. En Argentina, cargar un tanque, sale el doble que en Estados Unidos. Un incremento con fuerte impacto en los precios de la economía. En noviembre se viene otro tarifazo energético

Una de las peores noticias que recibieron los argentinos en el Día del Trabajador, fue sin dudas el cuarto aumento en lo que va del año que sufrieron los combustibles en nuestro país, llegando según la empresa petrolera, a los $17,85 por litro de nafta.

A lo largo de la campaña electoral, desde Cambiemos se criticó con dureza la desastrosa política de precios de los combustibles hecha por el kirchnerismo, y señalaba como principal reproche que era imposible que la nafta saliera en la Argentina, en medio de la crisis global que sufre la industria petrolera, más de un dólar por litro.

Según la empresa el valor varía, ya que en YPF el litro de nafta súper saldrá $17,40, mientras que en Shell, firma que hasta junio del año pasado fue presidida por el ministro de Energía, Juan José Aranguren, el litro valdrá $17,85, lo que ha llevado a que las estaciones de servicio luzcan vacías en las últimas horas. De esta manera, en Argentina cargar un tanque sale el doble de lo que cuesta en los EE.UU, ya que en nuestro país el litro de combustible cuesta 1,24 dólar por litro, mientras que en el norte del continente sale 0,62 centavos de dólar, exactamente la mitad.

Traslado a precios

Como suele suceder en Argentina, los incrementos en los combustibles perjudican el malogrado bolsillo de los ciudadanos, lo que puede hacer que muchos otros productos de la economía aumenten sus precios, elevando el costo de vida, que en vez de estabilizarse y bajar, suba sin techo a la vista.

Tan crítica es la situación, que la gente ha dejado de cargar combustible. Luis Malchiodi, presidente de la Federación de Entidades del Combustible de la Provincia de Buenos Aires, aseguró que "la gente dejó de cargar nafta y hasta gas por los precios. Esperábamos que las naftas bajaran, no que subieran. No sabemos con qué tiene que ver este aumento, sería lógico que el ministro hable la medida”, destacó.

En diálogo con Hoy, la titular de ADECUA, Sandra González, aseguró que “esto ya lo hemos vivido en otras ocasiones, aumenta la nafta y suben en forma simultánea otros precios de la economía. El precio de los combustibles tiene un efecto rebote enorme, afectando a todos los valores de los demás productos”.

Para la representante de los consumidores, “a pesar de las promesas hechas en campaña, el gobierno no pudo bajar la inflación, que es un impuesto que pagan los sectores más vulnerables, afectando al bolsillo del ciudadano medio”. Y agregó: “Las naftas y sus subas afectan todo al transporte y a la cadena de alimentos, ya que estos se transportan por tierra, y esos aumentos los vamos a ir viendo trasladándose inmediatamente al bolsillo del consumidor”.

Otro tarifazo en marcha

Ni bien asumió el pasado 10 de diciembre, la administración que comanda Mauricio Macri implementó un “sinceramiento tarifario” que implicó que las boletas de luz de los hogares sufrieran aumentos que van del 300 al 500 por ciento, produciendo un fuerte cachetazo a los presupuestos familiares.

Pero no solo el incremento en las naftas es un problema, sino que el gobierno ha dejado trascender que una vez que venza el congelamiento del precio mayorista de la energía eléctrica el 31 de octubre, se vendrá un  ajuste en la materia, lo que hace prever un nuevo tarifazo, subiendo en este caso el megavatio que paga el ciudadano y no tanto influenciado en la quita de subsidios como sucedió a comienzos de este año.

Esto llevaría a que la promesa hecha por Alfonso Prat-Gay a comienzos de abril de que “no habrá más aumentos en los servicios públicos durante este año” se rompa por completo, lo que impacta de lleno en los bolsillos de los argentinos, que ven cómo la inflación le gana a sus salarios, debilitando aún más su delicada situación económica.

“Esta política está destinada al fracaso”

Por Claudio Boada (Titular de la Unión de Usuarios y Consumidores)
Especial para Hoy

El aumento en la nafta es algo que se suma a lo que se viene dando desde diciembre, que son enormes aumentos en productos indispensables para la vida diaria de los argentinos.

En estos últimos cinco meses ha habido una devaluación del 60%, los aumentos en las tarifas de los servicios públicos van del 300 al 700%, los combustibles subieron el 30%, y en este lapso los salarios no subieron ni la mitad de eso para poder hacer frente a los sinsabores de las decisiones tomadas por el gobierno.

Todo apunta a que los trabajadores pierdan capacidad de compra, ya que son políticas que llevan a que los argentinos pierdan capacidad de consumo.

La única receta que ha tenido el gobierno para luchar contra la inflación, ha sido sumergir a la economía en la recesión, ya que de esa manera no hay dinero para comprar, y así se frena la inflación. Es lamentable, pero esta política está destinada al fracaso.