Datos del Indec

Uno de cada tres platenses es pobre

Así se desprende del último trabajo realizado por el Indec, que marca que un tercio de los habitantes de la región están por debajo de la línea de pobreza y más de 40.000 son indigentes. Estos números triplican la cantidad de excluidos que había en la ciudad hace diez años atrás

El objetivo de “pobreza cero” fue uno de los artificios que le permitieron a Mauricio Macri llegar a la Presidencia de la Nación. Sin embargo, en los últimos quince meses el porcentaje de pobres e indigentes ha ascendido notablemente en vez de disminuir, al punto que un millón y medio de argentinos han caído por debajo de la línea de pobreza.

Un caso paradigmático se vive en la región del Gran La Plata (que abarca al distrito homónimo, Berisso y Ensenada), donde, según los datos del último informe realizado por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), uno de cada tres ciudadanos es pobre, mostrando una realidad que duele y de la que poco parecen ocuparse las autoridades. De acuerdo a los números mostrados por el organismo público, 248.859 habitantes de la región no cuentan con los ingresos mínimos, de los cuales 207.593 ciudadanos, es decir, el 24,2% del total de la población, ha caído por debajo de la línea de pobreza, mientras que 41.266 personas, el 4,8% de los platenses, son indigentes.

A esto se agrega que uno de cada cinco vecinos tiene problemas de empleo, ya que la desocupación asciende al 7,1% de los trabajadores activos, con una tasa de subocupación del 11,2%, lo que ha llevado a que las condiciones laborales hayan empeorado y el miedo a perder el trabajo y no poder dar sustento a sus familias se haya incrementado.

Los datos del Indec se suman a los ya mostrados por la Iglesia, que indican que el 32% de la población pasó de estar en la clase media a sucumbir a un estado de pobreza. En igual sentido apuntan los números del Centro de Estudios para la Gobernanza La Plata (CEG), donde se certifica que el 34% de los niños, niñas y jóvenes de la región están bajo la línea de pobreza, con un nivel de indigencia que trepa al 12,5% en el sector más vulnerable.

Sin atención

Una de las verdades populares suele decir que “los números no mienten”. Nunca tan clara esta frase, teniendo en cuenta que desde diciembre de 2015 miles de platenses han pasado a engrosar las filas de la pobreza, víctimas de una devaluación generalizada y de una política económica que no contiene a los sectores marginados del sistema.

El desamparo ciudadano resulta palpable en el nivel de desidia que genera esta situación en las autoridades municipales y en la falta de instrumentación de políticas activas para frenar el avance de la miseria en la ciudad. Las acciones encaradas han sido meros paliativos, caso testigo de ello ha sido el aumento del número de los planes sociales, que de nada han servido para que estos nuevos integrantes de la clase baja puedan recibir siquiera una mínima atención por parte del Estado.

Si se comparan las cifras del segundo semestre de 2016 con los últimos datos dados por el Indec antes de la intervención del kirchnerismo en el 2007, se puede observar que hace una década el número de pobres trepaba en la región al 9,9% de la población, y la indigencia era del 1,3%. De este modo, diez años después la pobreza en La Plata casi triplicó su índice, mientras que el de indigentes prácticamente se cuadruplicó.

Esto no hace más que evidenciar un momento económico y social crítico para la capital bonaerense. El estancamiento económico golpea fuertemente en el andamiaje productivo y en los sectores más vulnerables de la sociedad, limitando el poder adquisitivo y la capacidad de consumo de los hogares. De este modo, miles de ciudadanos pasan a engrosar las filas de la pobreza y la indigencia.

Chicos y ancianos, los más marginados

De acuerdo con diversos estudios sociológicos realizados en la ciudad de La Plata, la pobreza y la indigencia son fenómenos que repercuten en todos los estratos etarios, pero golpean con mayor dureza en los más jóvenes y en la tercera edad.

Según datos suministrados por el Centro de Estudios para la Gobernanza La Plata (CEG), existe una diferencia muy marcada entre el nivel de pobreza de niños y jóvenes con respecto al de los adultos. Idéntica situación se vive con respecto a los adultos mayores, cuya jubilación mínima trepa a los 6.394 pesos, la mitad de lo que necesitan para alcanzar a cubrir sus necesidades básicas más elementales.

Para revertir esta situación, se recomienda con urgencia llevar adelante políticas activas por parte del Estado para tratar de frenar el avance de la pobreza, destinando fondos reales a la creación de trabajo genuino, así como también vivienda y educación digna que ayuden a los platenses a hacer frente a la cruda realidad. 

Cifras imposibles de ocultar

- 248.859: habitantes de la región tiene las necesidades básicas insatisfechas.

- 207.593: platenses son pobres, lo que implica un 24,2% de la población.

- 41.266: personas viven en la indigencia, lo que representa un 4,8% de la población.

- 29%: de los ciudadanos es pobre o indigente.

- Uno de cada cinco vecinos tiene problemas de empleo.

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