El robo a la fiscal Scarpino: intensa búsqueda de los asaltantes

A la casa de la profesional, ubicada en la zona de Plaza Azcuénaga, ingresaron dos delincuentes, aunque no se descarta que haya actuado otro de “campana”. El hecho no habría sido azaroso

Pese al intenso trabajo de la DDI, los detectives todavía no lograron dar con los dos delincuentes que asaltaron a la fiscal platense María Scarpino en su casa. Si bien en las últimas horas intensificaron la búsqueda, hasta el cierre de esta edición se mantenían prófugos y lo peor es que tampoco hay datos para poder dar con ellos, anunciaron ayer fuentes policiales y judiciales. 

La víctima, tal como adelantó en exclusiva Trama Urbana en su edición del jueves, aseguró que la entradera que sufrió no fue al azar, sino que los ladrones “sabían muy bien quién vivía ahí”, según las palabras de la propia damnificada. Al principio, una de las teorías que manejaban desde la fuerza era que podría haberse tratado de un ilícito al voleo, uno de los tantos en esta ciudad, pero la propia abogada echó por tierra esa posibilidad. En diálogo con este medio, aseguró que “sabían que estaba sola en la casa, no preguntaron ni verificaron si había otras personas en la vivienda. Me encerraron junto con el hombre que se iba a llevar mi auto a reparar, pero a la que le preguntaban por las cosas era a mí. Estoy convencida de que ellos sabían que yo vivía acá”. 

Lo concreto es que el ilícito fue protagonizado por dos malhechores, que sorprendieron a la titular de la Unidad Funcional de Instrucción Nº 10 de Delitos Culposos, cuando se encontraba en la puerta de su chalé de 45 entre 19 y 20 con el mecánico, durante el mediodía del miércoles. Estos dos individuos, armados, dominaron la situación y escaparon con al menos 30.000 pesos, alhajas y otros elementos de valor. 

Pero lo que todavía no puede descartarse es que haya actuado otro caco, oficiando de “campana” desde algún auto. “No sabemos en qué escaparon, pero no creemos que lo hayan hecho a pie”, puntualizó un pesquisa, quien por lo bajo deslizó que “es muy posible que un tercer integrante los estuviera esperando en un coche”. 

Lo que complica el panorama es que la residencia de Scarpino no cuenta con cámaras de seguridad, por lo que ahora la Justicia deberá hacer un relevamiento por la zona para intentar encontrar alguna que, a su vez, haya captado el accionar criminal. 

“Este país no va a salir adelante”

En diálogo con este medio, la víctima admitió que tiene “más bronca que miedo”, y que siente “mayor impotencia por el hecho de ser fiscal y conocer estos delitos de cerca”. La exesposa de Julio Alak, con quien tiene dos hijos en común, destacó que: “Hay cosas que se pueden hacer y no se hacen. La gente dice: Entran por una puerta y salen por otra. Ahora los delincuentes ni siquiera entran. En la fiscalía lo vivimos constantemente, pedimos medidas y no hacen caso”. 

Finalmente, declaró indignada: “No soy partidaria de la mano dura, la mano en exceso, ni de los militares, pero este es un país que, de esta manera, no va a salir adelante nunca. La sensación es que estamos en el far west, no se puede abrir la puerta para despedir a nadie”.

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