A los tiros, en una verdulería de Barrio Norte

Sucedió ayer a la mañana, minutos después de que el local abriera sus puertas. Al no poder sustraerle dinero, los delincuentes le gatillaron a uno de los dueños 

Los delincuentes armados ingresaron ayer por la mañana a una verdulería de Barrio Norte, amenazaron a los dueños y, al no poder sustraer dinero de la recaudación, le gatillaron a uno de ellos, sin que saliera el disparo, para luego escapar en moto. Hasta el momento, no han sido identificados.

El episodio ocurrió alrededor de las 8.30, apenas unos minutos antes de que el comercio, ubicado en 6 y 33, abriera sus puertas . Juan, uno de los propietarios del local, le comentó a Trama Urbana: “Entraron dos hombres a punta de pistola pidiéndonos plata. A mí me arrinconaron y me gritaron que me quedara quieto, que no me moviera. Me puse nervioso, porque no me gusta que me acorralen, entonces forcejeamos, y lo mismo hizo mi suegro, que estaba conmigo en ese momento”.

La tensión se incrementó a un punto crítico cuando uno de los asaltantes le apuntó al hombre mayor y apretó el gatillo: “Como vieron que no nos pudieron robar le gatillaron a mi suegro, aunque la bala nunca salió, por suerte. Ahora que lo pienso en frío, la mía fue una acción inconsciente y me arrepiento porque al ver que le quisieron disparar empecé a tirarles con lo que tenía a mano para que se vayan sin pensar en las consecuencias”. 

 La huida

Una vez fuera de la verdulería, los malvivientes dispararon una serie de veces más antes de huir, en este caso, de manera intimidatoria  y sin haber perpetrado el robo. Para el propietario, tendrían entre 30 y 35 años, y arribaron a bordo de una moto, aunque no pudo precisar bien el modelo o la marca, ya que no logró observarla.

“Me indigné mucho por el horario. Recién levantaba las persianas, estábamos abriendo y encontrarte con este hecho, la verdad que uno no sabe si ir a trabajar directamente. Tuve miedo por mi vida y la de mi suegro; yo tengo familia, por eso laburo. Nos tiraron a matar”, aseguró Juan.

Al cabo de unos minutos arribó la Policía pero ya no había nada que hacer: “Me quisieron acompañar a la comisaría Segunda para hacer la denuncia, pero no quise dejar el lugar solo. Espero que esto no quede en la nada, porque hoy nos tocó a nosotros y mañana al de enfrente. Lamentablemente siempre hubo robos por acá, no es nuevo. Hace poco lo asaltaron al muchacho de la pescadería; lo del patrullaje es un invento, no se ve mucho”, finalizó.

Noticias Relacionadas