Amparado por su abogado, el asesino múltiple no declaró

Tras matar a cinco adultos y un bebé en gestación, Loscalzo optó por el silencio. Tendría HIV. Una de las víctimas manifestó que logró salvar su vida luego de haber simulado estar muerta

Diego “El Chino” Loscalzo, detenido como autor de la masacre del último domingo en Hurlingham, en la que fueron asesinados cinco miembros de una misma familia y un bebé de nueve meses de gestación, se negó ayer a declarar, informaron fuentes judiciales.

La fiscal Paula Hondeville indicó que el imputado estuvo asistido por un defensor oficial y que se amparó en su derecho a guardar silencio durante el acto de indagatoria.

“Se le informó cuáles son los hechos que se le imputan y las pruebas que hay en su contra”, explicó la doctora, quien agregó que por el momento fue acusado por un homicidio agravado por la relación de pareja con Romina Maguna (36), cuatro homicidios agravados por el uso de arma contra Vanesa Maguna (38), Juana Paiva (55), José Maguna (34) y Darío Díaz (33), y tres tentativas de homicidios agravadas por el empleo de arma: Mónica Lloret (36), su hija adolescente y Cinthia López Gotta. También explicó que aún no resolvió la situación respecto a Mateo, el bebé de nueve meses que llevaba en el vientre una de las heridas, el cual recibió un balazo y murió durante la cesárea.

Bajo un fuerte operativo de seguridad, con casco y chaleco antibalas, el hombre fue trasladado a la fiscalía a las 8.30 e ingresó al edificio escoltado por agentes del Grupo Halcón. Lo llevaron al despacho de Hondeville, donde primero se entrevistó con su defensor oficial, Fernando Rivero, quien le aconsejó que se negara a hablar. 

Tras la indagatoria, fue llevado nuevamente a la comisaría de Matera, en Merlo, la misma en la que pasó la noche de anteayer en soledad y en silencio, a la espera de ser trasladado a un penal bonaerense. Ahora, la fiscal ordenó que sea sometido a estudios psiquiátricos y psicológicos. 

En tanto, trascendió que Loscalzo dijo tener HIV y aseguró que fue abusado sexualmente a los 12 años, que se drogaba y que nunca veía a sus ocho hijos.

En primera persona 

López Gotta, una de las sobrevivientes, reveló que cuando recibió el primer balazo se “hizo la muerta” para evitar que Loscalzo le siguiera disparando.

Se trata de la vecina y amiga de Romina Maguna, quien recibió un balazo y permanece internada en el Hospital Posadas, de Haedo. Desde ahí, contó: “Estaba comiendo con Romina y El Chino. Él había hecho carne con papas al horno. Después de cenar, Romina bajó a hacer unos pochoclos y yo me fui a tender la ropa”. Añadió que cuando regresó a la casa de su amiga “Vanesa (la hermana de Romina) estaba golpean­do la puerta porque no abrían, hasta que lo hizo el hijo de Romina. Entramos y El Chino le pegó tres o cuatro tiros a ella, forcejeamos con él pero, como no pudimos sacarle el arma, nos disparó. Primero le pegó a Vanesa y después a mí. Yo me hice la muerta”.

Por último, manifestó que, tras ese episodio, “él (Loscalzo) se fue y se cruzó con Darío, el otro chico que falleció, y también le disparó”.

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