¿Aquí no ha pasado nada?

A una semana del brutal asesinato de María Angélica Olmo, aún no hay indicios en cuanto a la responsabilidad del hecho. Este medio dialogó con vecinos y familiares de la víctima, quienes aún no salen de la conmoción

Pasó una semana del brutal crimen que terminó con la vida de una jubilada de 79 años. María Angélica Olmo vivía en su domicilio de 22 entre 525 y 526 con Jorge Jesús del Negro, un oficial de 23 años que presta servicios en el Comando de Patrullas de San Isidro. El hecho ocurrió entre el pasado viernes 2, a la noche, y el sábado a la mañana, cuando la mujer fue atacada por al menos un delincuente en el interior de su casa, quien no dudó en aplicarle un certero puntazo en la garganta y dejar que se desangre en el piso. 

Una vez consumado el hecho, los pesquisas que se hicieron presentes en el lugar habían afirmado que todavía “no hay pistas firmes” para esclarecer el caso, pero que “las próximas horas pueden ser claves”. Sin embargo, esto no ocurrió y solo se realizó un allanamiento a dos personas que habían trabajado para la víctima en distintas labores domésticas.

Teniendo en cuenta lo poco que avanzó la causa para dar con el o los asesinos, Trama Urbana se hizo presente en el lugar de los hechos para dialogar con vecinos y familiares de la mujer asesinada. 

En la casa donde ocurrió el acto delictivo no había nadie, ni siquiera el joven que vivía con ella. A escasos metros del lugar donde fue brutalmente ultimada María Angélica vive su hermano con la esposa. Justamente la cuñada de la víctima fue quien atendió a este medio y no quiso brindar demasiadas declaraciones, debido a que opta por confiar en que la Justicia se encargue de lo que tiene que hacer: “Están diciendo muchas cosas, todos opinan, y empezaron a confundir todo. Prefiero no decir nada, porque ya no sé quién es quién en todo esto”, aseguró la mujer con cierto tono de enojo y un dejo de tristeza por lo recientemente ocurrido.

Por su parte, Blanca, vecina del barrio confió: “Al otro día de que ocurrió el hecho se notó mayor presencia policial, pero después no. Volvió la misma falta de seguridad que antes”.

Además, no dudó en destacar: “La inseguridad en este barrio está creciendo, cada vez son peores los casos, aunque nunca hubo algo tan grave como el caso de María”. Por último, deslizó que el comentario que circula en cada rincón del barrio es que se trató de un hecho “muy raro, que no se entiende muy bien”. Vale recordar que en el momento del ataque no había ninguna puerta ni ventana forzada, y que lo único que le robaron fue un televisor, aunque podrían haberse llevado una alta suma de dinero que había adentro de un cajón.

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