Caco abatido: siguen prófugos los cómplices

“Trabajamos para dar con ellos”, aseguró un vocero, haciendo referencia al hecho ocurrido anteanoche entre San Carlos y Los Hornos

Hermetismo total: así podría definirse la situación actual en relación al delincuente abatido la noche del miércoles, luego del robo que se inició en la puerta de la casa de un policía, en Tolosa, y que terminó en Los Hornos. Fuentes judiciales informaron que ya lograron identificar al sujeto que perdió la vida, aunque prefirieron no brindar información ante los medios. 

Se estableció que es un individuo de 25 años que “hasta el momento no cuenta con antecedentes penales”, según le dijo a Trama Urbana un jefe de la fuerza, quien a su vez añadió que, ayer, se llevó a cabo la operación de autopsia en la que se determinó que el sujeto, tal como se informó en la edición anterior, falleció producto de un disparo en el omóplato izquierdo, que primero lo desangró y después lo mató. 

En cuanto a sus tres cómplices, nada se sabe. “Estamos trabajando para tratar de dar con ellos lo antes posible”, le aseguró a este medio una fuente, pero hasta el cierre de esta edición no habían podido capturarlos. 

“Una vez que identifiquemos al óbito, vamos a poder llegar a sus compañeros. Son miembros de una banda de entraderas, la única que queda en la ciudad después de que desmantelamos al resto”, puntualizó un vocero. 

Escenas de película 

La secuencia del hecho se había iniciado cerca de las 22.30 del miércoles, cuando cuatro ladrones a bordo de un Peugeot 207 blanco, patente LSK 699, sorprendieron en la puerta de su domicilio de 529 entre 29 y 30 al capitán Víctor Pereyra, quien cumple funciones en la subcomisaría La Unión. Le sacaron “su billetera, su celular Nextel y el arma 9mm reglamentaria”, y se dieron a la fuga sin llegar a cometer la entradera que deseaban. 

Fueron divisados en San Carlos por agentes del Comando de Patrullas, alertados ya del tema, quienes les cruzaron un móvil para detener la marcha. Los cacos chocaron y se inició un tiroteo en 137, entre 38 y 39. Tras el mismo, los maleantes siguieron camino, y poco después un llamado al 911 avisó que en 65, 150 y 151 había un auto estacionado, con orificios de bala y un hombre muerto en el asiento trasero. 

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