Cayó en un aguantadero un peligroso sujeto buscado por homicidio y asaltos

Fue capturado en Melchor Romero. La semana pasada, su hermano había baleado a un capitán de la DDI durante un allanamiento

El pasado miércoles, el capitán de la DDI, Pablo Perich, fue baleado en el pecho durante un allanamiento llevado a cabo en una casa de Melchor Romero, donde buscaban a un hombre acusado de un importante robo cometido a fin del año pasado, quien a su vez era el principal sospechoso de haber matado a un sujeto durante una pelea por tierras en Abasto, en febrero. En esa oportunidad no cayó el delincuente, pero sí su hermano, quien le disparó al policía. 

Durante la madrugada de ayer, sin embargo, varios grupos de la fuerza volvieron a montar cuatro operativos en conjunto para dar con el prófugo y, esta vez, sí pudieron aprehenderlo, en su vivienda que usaba como aguantadero, emplazada en 528 entre 166 y 167. 

“Logramos capturarlo y también secuestrar varios elementos de interés para la causa”, le dijo a Trama Urbana un calificado investigador, quien enumeró los materiales secuestrados: “Un revólver calibre .38 con seis proyectiles intactos, otros dos .22, un bafle, un telescopio, un amplificador y 17.500 pesos, todas cosas que fueron sustraídas en diferentes robos”. 

De los allanamientos participaron agentes de la Jefatura Distrital Oeste, al mando de Sebastián Perea, oficiales del Comando de Patrullas La Plata, coordinados por Ricardo Astopini, el GAD e Infantería. 

Impactante ilícito 

Sin embargo, como todavía no pudieron probar que el individuo, de 33 años, se hubiera apoderado de los elementos de manera ilegal, se le inició una causa por “averiguación de ilícito”. 

Ahora deberá rendir cuentas ante la Justicia por varias infracciones a la ley. Ya de por sí, tenía tres órdenes de captura por “robo agravado”, “amenazas calificadas y abuso de armas” y “homicidio calificado”. 

El primero de los hechos tuvo lugar entre las 21 del 17 de septiembre de 2016 y las 3 del día siguiente, cuando ingresó, luego de violentar la reja de la puerta de acceso de un domicilio de 62 y 234, en Olmos, y se adueñó de varios elementos electrónicos, 15.000 dólares, cuatro rifles (uno de ellos Winchester de 1889 y otro de 1904), tres escopetas calibre.16, otra 12/70, dos carabinas .22, un revólver .32 corto y cajas de municiones de todas las armas de fuego. 

Un crimen por usurpaciones 

Sin duda, el hecho más grave que cae sobre su persona es el crimen perpetrado contra Marcelo Gaitán (34), a quien le quitó la vida de dos balazos el 25 de febrero de este año. La víctima, según un pesquisa, “estaba preparando la cena junto con un amigo, mientras cuidaban la casilla que habían usurpado”, en 183 y 37.

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