Chofer de ministra Batakis sufre “entradera”

Fue en  26 y 483. Actuaron cinco delincuentes. Redujeron a un hombre de 48 años cuando sacaba del garaje un auto de alta gama oficial. Se colaron a la finca y amenazaron con matar a la esposa y  dos nenas de 8 y 13 años. En la huida chocaron en 72 y 115. Escaparon 

Pablo Kihn, de 48 años, es chofer de la ministra de Economía de la provincia de Buenos Aires, Silvina Batakis. Ayer, como casi todos los días, se levantó bien temprano y a las 5.45 salió de su casa de 483 entre 26 y 27 para sacar el auto oficial, un Citroen C5 blanco con vidrios polarizados.

Apenas se asomó desde el garaje se bajaron tres sujetos armados de un Ford Ka y uno de los desconocidos le apuntó a la cabeza. “Entrá o te quemo”, fue la frase elegida por el delincuente ante la oposición del damnificado a que ingresen a su vivienda de dos plantas.

Los asaltantes obligaron a Khin a culatazos y piñas meterse a la finca y los gritos despertaron a la esposa, Verónica, de 41 años, y a las hijas de ambos, de 8 y 13 años.

Ese fue el comienzo de una inolvidable pesadilla. Los malvivientes, de entre 25 y 30 años, sin guantes y a cara descubierta, manipulaban las armas con movimientos peligrosos. “Me pusieron el caño en la sien y a mi esposa en el estómago”, contó el chofer de la ministra.

La tensión fue en aumento. Tobi, un caniche blanco, no paraba de ladrar hasta que uno de los delincuentes le pegó una patada que lo hizo volar y estamparse contra una pared.
Pero lo peor fue cuando ante el llanto de las hijas de la pareja uno de los cacos lanzó una amenaza: “Cállalas o las mato”.

Kihn y Verónica intentaron tranquilizar a los intrusos y a las nenas. Carlos explicó que “a ella (por la cónyuge) se la llevaron a un dormitorio y pensé que la iban a abusar. Es que estaban muy sacados”.

En la habitación, uno de los ladrones con la mujer agarrada del cuello, buscó objetos de valor en los roperos y cajoneras.

Luego de una media hora interminable, los asaltantes se alzaron con dos televisores, un DVD, joyas, unos 5000 pesos, 100 dólares, zapatillas, celulares, carteras con tarjetas y documentación y hasta sustrajeron un secador de pelo.

Los maleantes cargaron el botín en el auto oficial y se marcharon a toda velocidad. Inmediatamente, Kihn alertó al servicio de emergencias 911 y a los minutos el vehículo de alta gama fue divisado en Villa Elvira.

Según indicó un jefe policial, el Citroen C5, patente MST 348, fue perseguido hasta 115 y 72 donde tras una mala maniobra el rodado se incrustó contra un poste de alumbrado. Los ocupantes del vehículo se bajaron y escaparon corriendo.  

Luego trascendió que el Ford Ka con el que cinco sujetos llegaron a la casa de Kihn había sido robado a la madrugada en el Paseo del Bosque y ese auto luego apareció incendiado en Camino General Belgrano y Arana, en Villa Elisa.

Dejaron huellas

Horas después del asalto, peritos de Policía Científica buscaron rastros en la casa del chofer de la ministra Batakis y hallaron huellas dactilares de algunos de los delincuentes. También revisaron y estudiaron el auto chocado en Villa Elvira.
En el caso tomó intervención personal de la comisaría Décima y la UFI nº 9 de Autores Ignorados, a cargo del fiscal Fernando Cartasegna.

“Me siento en pelotas”

Al borde del llanto, Carlos Kihn, afirmó que “me siento en pelotas. Dejé de ser el de antes. Siento que esto me va a cambiar a mí y a mi familia para siempre”.
“Las nenas no quieren volver. No sé cómo voy  a poder convencerlas. Esta casa la levanté yo con mucho esfuerzo y me duele este robo, no por lo material, sino por lo emocional, por como quedamos de la cabeza”, señaló el chofer de la funcionaria provincial.

“Agradezco a Dios que estamos vivos – continuó Carlos - . Durante la media hora que estuvieron adentro, parecía que en cualquier momento nos iban a aniquilar. Estuvimos a nada de que nos maten como a un perro”.

El hombre explicó que la inseguridad le preocupa y por eso colocó rejas y un alambrado con púas. “Vivimos encerrados como presos pero me cagaron la vida igual”, dijo Kihn.

Para la víctima se trató de un robo al voleo, sin vinculación con su trabajo como chofer de la funcionaria bonaerense. "Fue al voleo, vinieron en un Ford Ka que habían robado tres horas antes. Esto es una cuestión ciudadana, le puede pasar a todos y me pasó a mi".

Kihn manifestó que "faltan móviles en la comisaría, faltan cosas, nadie le da bola a nada. Acá tenían seis móviles y quedaron tres, hay patrullaje pero es pobre, no alcanza".

Sobre los asaltantes, el hombre indicó: “los quiero presos. Me dijeron que vienen robando en la zona y no quiero que le pase lo mismo que a nosotros a nadie más”.

"Este es un barrio tranquilo. Adónde vamos a parar. No podés salir tranquilo temprano a trabajar. Entraron en mi casa, me revolvieron todo, me tiraron todo. Me llevaron todo", concluyó Kihn.