City Bell: feroz entradera en un cumpleaños

Ocurrió en 22 y 453. Una nena de nueve años festejaba su cumpleaños junto a sus amiguitas en la pileta de su casa. Tres delincuentes armados aprovecharon el arribo de su padre para irrumpir en la vivienda. Se vivieron momentos de enorme dramatismo 

En medio de la tórrida tarde de ayer cuando la térmica superaba los 34 grados, entre chapuzones en la pileta, exquisiteces gastronómicas y refrescante bebida, un grupo de niñas, en su mayoría compañeras del cole, festejaban el cumpleaños de su amiguita. La fiesta había comenzado a primera hora de la tarde en una coqueta casa de City Bell de calles 22 y 453. La pequeña anfitriona cumplía nueve años. Y todo estaba saliendo tal como lo había planificado su mamá, una conocida psicóloga de nuestra ciudad, cuando pasada la media tarde tres delincuentes aprovecharon el ingreso de un familiar invitado. 

Así lo informaron a Trama Urbana fuentes policiales, detallando que los tres delincuentes no tuvieron reparos en desenfundar sus armas de fuego y apuntar no sólo a los mayores que había en el sector de la pileta, sino también al grupo de nenas que pasaron en cuestión de segundos, de la máxima felicidad a sentir muchísimo miedo. 

La presencia de los inesperados extraños en el lugar resultó a la vez tan inesperada como aterradora. Nadie podía creer lo que estaba pasando. Las fuentes consultadas indicaron que los asaltantes irrumpieron con uno de los invitados que se vio obligado a obedecer sus indicaciones, siempre a punta de pistola. 

En contados segundos, grandes y chicos se encontraron reducidos y  encañonados por alguno de los delincuentes, incapaces de hacer o decir nada. Todos debieron quedarse quietos, tirándose al piso, dejando sus manos y brazos bien visibles, según detallaron voceros policiales.

Las mismas fuentes luego aclararon que la persona a la que lograron atracar bajo la modalidad “entradera” no había sido otro que el propio padre de la niña cumpleañera, un empresario de nuestra región. 

La Policía solicitó a los medios de prensa no brindar los datos personales tanto de los padres como de la menor, ni tampoco su domicilio, ya que al cierre de esta edición, los delincuentes se encontraban prófugos y  se temía cualquier tipo de represalia. 

En ese sentido, se indicó que los asaltantes habían podido ver el rostro, los autos y otros movimientos tanto de los propietarios de la vivienda como de otros asistentes. Los investigadores sospechan que para cometer tan arriesgado robo, necesariamente, los criminales debieron realizar algún tipo de inteligencia previa. 

“No se trató de un robo al voleo. Esto fue premeditado. Una vez que vieron que podían dominar la situación, decidieron entrar, encañonando al dueño de casa, tomándolo como rehén”, informó un jefe policial.

Según señaló, el padre de la nena que cumplía años, en un primer momento trató de impedir que los delincuentes ingresaran a la casa. Pero los cacos lo golpearon y se mandaron por la fuerza. La imagen de las armas y la del empresario aturdido y lesionado potenció esos momentos de intenso dramatismo e incertidumbre entre los asistentes a la fiesta. 

Cuando tuvieron a todos en el piso, los ladrones se hicieron de las llaves de dos autos, les sacaron dinero a los invitados y se fueron, ante la sospecha de que alguien estaba en algún sector de la casa y podía haber llamado a la policía. El dato no era equivocado. Un familiar había alertado al 911 con su teléfono celular.

Cuando llegaron los efectivos los delincuentes ya se habían ido en el mismo vehículo con el que habían arribado al lugar. 

Robaron un zapato de la psicóloga

Antes de darse a la fuga, un dato que llamó la atención fue se llevaron uno de los zapatos de la psicóloga. Al principio, el hecho causó cierta curiosidad, pero luego la gente comentó la posibilidad de que los delincuentes puedan llegar a utilizar ese calzado para infundir algún tipo de temor u hostigamiento. 

Los voceros señalaron que aún medio de semejante estupor, los amigos y familiares de los dueños de casa, trataron de seguir con la fiesta, disimulando ante las niñas el terrible momento vivido. 

El caso es instruido por la Unidad Funcional de Instrucción nº 9 a cargo del fiscal Fernando Cartasegna, con intervención de la comisaría Décima de City Bell, bajo la titularidad del capitán Luis Cardozo y con conocimiento del juez de garantías César Melazo.