Conmoción: un joven se tiró de un séptimo piso y está grave

(LAS IMAGENES DISPONIBLES PUEDEN HERIR SU SENSIBILIDAD)

Fue ayer al mediodía en el centro de la ciudad. La víctima, de 23 años, que aparentemente padece esquizofrenia, se arrojó tras una discusión familiar. Pelea por su vida en el Policlínico

"Se escucharon gritos, como si se tratara de una discusión, y luego vimos al joven caer sobre un canasto. Fue un im­pacto tremendo”, dijo un vecino que vive al lado de un edificio de calle 6 entre 56 y 57, quien le contó a Trama Urbana cómo, pasado el mediodía de ayer, en el barrio se vivió un terrible momento de estupor.

Un muchacho de 23 años se arrojó al vacío desde su departamento, ubicado en el séptimo piso. Fue derivado al Policlínico San Martín con múltiples heridas, varias de ellas de gravedad, y pelea por su vida. 

Al parecer, el cuerpo fue amortiguado por el tendido eléctrico y luego impactó en el canasto de alambre de la vereda, sufriendo fracturas expuestas en sus piernas. Tras el hecho, se vio al padre de la víctima, sin consuelo, secándose las lágrimas con un pañuelo, mientras que su mujer acompañó al damnificado en una ambulancia al nosocomio, donde fue inmediatamente asistido.

 

El hecho

Según las primeras versiones, el chico se encontraba con sus padres en el interior del departamento. Por motivos aún no establecidos, se habría originado una discusión que fue subiendo de tono, hasta llegar a los gritos.

 “Creemos que fue el detonante para que decidiera tirarse. Por lo que comprobamos, lo hizo por sus propios medios. Nos dijeron que es esquizofrénico y que ya habría tenido intentos de suicidio”, confió una fuente policial. A la vez, añadió que el padre del muchacho quiso evitar la caída y hasta llegó a sujetarlo, pero sus intentos fueron en vano.

Los peatones no salían del asombro al ver el estado en que quedó el canasto, con los hierros absolutamente retorcidos. “Si no hubiera caído ahí, seguramente no estaría ahora en el hospital”, comentó un testigo que había entrado en shock al ver el estado del cuerpo de la víctima. 

Otro vecino dijo que salió a la calle alarmado por los gritos. “Creí en primera instancia que se trataba de un robo, pero enseguida vi al chico que estaba con la pierna para arriba. Se retorcía del dolor. Por suerte no pegó la cabeza contra el piso, porque hubiera sido una tragedia mayor”. 

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