Crimen de Núñez: “Nos torturaban las mismas personas”

Así lo afirmó un testigo que también permaneció secuestrado en la Brigada de Investigaciones, donde vio al exjuez Vara, quien “tomaba nota” de lo que ocurría. La mujer del futbolista pide reclusión perpetua para Ponce

Durante el primer día de audiencia por el secuestro y homicidio de Andrés Núñez, ocurrido hace 26 años, declaró un conocido suyo que lo vio en la Brigada de Investigaciones de La Plata durante la madrugada del 28 de septiembre de 1990, donde denunció que ambos fueron sometidos a torturas. 

“Cuando fui detenido tenía 16 años y estaba cortando pasto al mediodía a la vuelta de mi casa, en calle 123 entre 46 y 47. Paró un auto verde claro con tres personas arriba, me pusieron una capucha y me llevaron. Al otro día, cuando me largaron, me enteré de que estaba en la Brigada de Investigaciones”, recordó Jorge David Guevara. 

El testigo agregó que, al ser metido “en una celda, reconocí a una persona que jugaba al fútbol: era Andrés Núñez. Me ponían una bolsa de plástico en la cabeza, me pegaban en las costillas y en los genitales. Tenía heridas en las muñecas y los tobillos”. Con respecto al motivo de la detención, comentó que los agresores “querían que me hiciera cargo de un robo pero yo no había robado nada”. 

“A Andrés y a mí nos torturaban las mismas personas”, afirmó Guevara, quien reconoció no solo a Ponce, sino también a Martín Geréz, otro policía, que se mantiene prófugo hasta el momento, y a “un hombre que tomaba nota enfrente mío. 

Después, cuando fui a tribunales a hacer la denuncia, porque un preso me dijo: al que estaba con vos me parece que lo mataron, me enteré de que era el juez (Amílcar) Vara”, que fue destituido por una comisión, acusado de “encubrimiento, prevaricato, abuso de autoridad y violación de los deberes de funcionario público”, y falleció en 2014. 

La segunda en declarar fue Mirna Gómez, quien era pareja de Núñez en el momento del secuestro. Recordó que durante la noche del 27 de septiembre fueron unos sujetos a buscar al “Gallego”, pero como no lo encontraron se llevaron a su padrastro, Walter di Pietro, a quien le simularon un fusilamiento y luego lo llevaron a la vivienda de 119 y 78 en Villa Elisa. 

“Cuando les pedí la identificación (a los policías de civil) me mostraron la pistola en la cintura y una credencial que no abrieron. Cuando Andrés llegó a casa, le pusieron un revólver en la cabeza, después lo trajeron y se lo llevaron. Desde entonces no supimos nada de él”, sostuvo la mujer. 

El cuerpo de la víctima fue encontrado en 1995 en un campo de General Rodríguez y, de acuerdo a los fundamentos de la fiscal Rosalía Sánchez, el exsubcomisario Luis Ponce fue uno de los que lo incineraron, lo metieron en un pozo e intentaron ocultarlo con diarios. 

La Sala II de la Cámara de Apelaciones, integrada por los jueces Raúl Delbés y María Silvia Oyhamburu, y Claudio Bernard, por el lado del Tribunal Oral en lo Criminal nº 2, continuarán hoy con la audiencia. El acusado está patrocinado por Oscar Salas y Christian Romano, y los particulares damnificados, por el defensor Manuel Bouchoux. 

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