Crimen en City Bell: apuntan a ajuste de cuentas

La víctima tenía 27 y vivía en Altos de San Lorenzo. No le robaron la moto, pertenencias ni dinero. Lo abatieron dos sujetos de dos tiros en el tórax. Murió en el lugar

Ezequiel Maseroni tenía 27 años, vivía en Altos de San Lorenzo y, aunque no estaba casado, tenía concubina. Este perfil forma parte de una nueva víctima mortal en las calles de nuestra ciudad, ya que pertenece al joven abatido a tiros anteanoche en City Bell, en un aparente ajuste de cuentas. 

Fuentes policiales descartaron ante este medio la posibilidad del robo, ya que adujeron que junto al muchacho quedó la moto Honda de 125 cilindradas que manejaba, mientras que entre su ropa se encontró “dinero y pertenencias”.  

El ataque se produjo alrededor de las 22 del domingo en 461 b y 13 c y, si bien los vecinos llamaron al 911 luego de haber escuchado al menos cuatro detonaciones, lo cierto es que en el cuerpo del damnificado había dos orificios de bala, ambos en el tórax y los suficientemente potentes para acabar con su vida de manera inmediata. 

Pesquisas abocados a la investigación se encuentran tras una pista que, por el momento, está lejos de llegar a buen puerto. Están buscando a “dos personas que iban en una moto”, y serían los autores de los disparos. Llegaron a ese dato gracias al aporte de testigos, aunque no se sabe mucho más y, como si fuese poco, “en la zona no hay cámaras de seguridad” que ayuden a esclarecer el hecho.

“Puede ser un ajuste de cuentas o una cuestión pasional”, resumió un vocero, a quien no le cierra qué hacía Maseroni en City Bell, viviendo tan lejos de allí. La misma fuente indicó que el hombre “tenía un antecedente penal por violencia de género” y afirmó que el padre se presentó en la comisaría Décima para cerciorar que se trataba de su hijo. “Llevaban unos 20 días sin verse”, añadió el jefe policial, y dijo que sólo “se comunicaban por Nextel”, mientras que negó la información que se filtró en las últimas horas acerca de que el damnificado había recibido amenazas de muerte en las semanas previas. 

Agentes del Gabinete de Homicidios de la DDI están detrás del tema, al igual que sus pares del Comando de Prevención Comunitaria zona Norte y la Jefatura Distrital Norte, al mando de su titular Diego Bravo. Álvaro Garganta, titular de la UFI 11, caratuló la causa como “homicidio”.