73 y 152

Dantesco: jubilado mató a hachazos a su mujer y se ahorcó

El hombre de 74 años dejó una carta, expresando que la decisión se debió a una infidelidad en la pareja. Ocurrió en una casa de Los Hornos, donde se vivieron momentos de tensión 


Un jubilado asesinó a hachazos a su mujer y luego se quitó la vida ahorcándose, en un tétrico y sangriento episodio que tuvo lugar durante la mañana de ayer en Los Hornos, según informaron fuentes policiales. El hombre, con una grave patología de celos, dijo en una carta que actuó motivado por una infidelidad de su pareja. 

Eran alrededor de las siete de la mañana cuando la hija del matrimonio (nueve en total), ingresó a la habitación de sus padres y se topó con el horror: el hombre, de 74 años, estaba colgado de una cuerda colocada en el techo, mientras que la mujer, de 63, yacía en la cama, encima de un charco de sangre y con la cabeza reventada. 

Desesperada, la hija pidió auxilio a los gritos y llamó al 911, por lo que agentes del Comando de Patrullas, coordinados por Ricardo Astopini, se aproximaron al domicilio de 73 entre 151 y 152. Ellos corroboraron la denuncia y convocaron a sus pares de la comisaría Tercera, dirigida por Ezequiel Sánchez, y a la fiscal penal en turno. 

Un pesquisa le explicó a Trama Urbana que la señora, identificada como María Elisa Acuña, “estaba apoyada sobre su costado derecho, con un gran golpe en la cabeza producido por un hacha, que fue encontrada al costado de la cama e incautada para la investigación”.

Los últimos momentos 

Los jefes policiales presentes en el lugar intentaron reconstruir la secuencia del hecho y sospechan que el individuo, Carlos Gregorio Orellana, atacó a su esposa “mientras dormía”, descartando la posibilidad de que hayan discutido previamente “ya que ninguno de sus hijos escuchó nada”.

Consumado el femicidio, escribió una carta en la que expuso los motivos de tan brutal decisión, argumentando que ella “era infiel y no podía seguir viviendo con esa carga”. El paso siguiente fue ahorcarse en el mismo cuarto. 

No había denuncias previas, pero sí agresiones verbales 

“No había denuncias previas de violencia de género, aunque sí maltrato verbal de él hacia ella, según manifestaron sus allegados, además de una permanente celopatía”, le confió a este diario un vocero de la fuerza, quien agregó que “en la parte de atrás de la casa vivía el matrimonio de jubilados y en la parte de adelante una de sus hijas”. Justamente fue esta, de 27 años, quien dijo que no hubo discusión previa, ya que no escuchó nada.

Fueron precisamente esos ataques irrefrenables de celos los que llevaron al hombre a tomar un hacha de su propiedad e impactarla con toda su fuerza contra la cabeza de su mujer, mientras ella dormía. Eso, al menos, dijo en la misiva que dejó, explicando los motivos. 

Una vecina aseveró que “parecían buenas personas, solían tomar mate en la vereda. Personalmente, nunca vi que se maltrataran. Nunca creí que podía llegar a pasar algo así”, y añadió que no estaba al tanto de que Acuña engañara a Orellana. “Por lo que escuché, llevaban más de 30 años casados”, finalizó. 

Un segundo frentista indicó que descubrió lo que había pasado “cuando fui a llevar a mi nene al colegio y vi a la Policía en la vereda. No puedo creer que haya pasado algo semejante. Él parecía inofensivo”. 

Los familiares de los jubilados prefirieron no hablar con la prensa y, de hecho, se mostraron hostiles con la misma, mientras todavía intentaban entender lo que estaba pasando.

Trabajos de campo 

Por disposición de la fiscal Ana Medina, trabajó en el sitio el Gabinete de Homicidios de la DDI y peritos de la Policía Científica, quienes levantaron rastros y otros elementos de interés para la causa, que fue caratulada como “homicidio y suicidio”. 

En tanto, una vez removidos los cuerpos tras haberlos analizado en la escena del crimen, la doctora solicitó que en las próximas horas se lleven a cabo las operaciones de autopsia de rigor, con el fin de determinar la data y la causa de las muertes que dejaron perplejo al barrio. 

Noticias Relacionadas