Desmayaron a una joven a golpes en la cabeza durante un robo en City Bell

Fue atacada por una pareja de delincuentes en el salón de fiestas donde trabaja. La maniataron y amordazaron. Además, le pegaron patadas en todo el cuerpo. Terminó en el hospital

Con violencia y saña: así describió la dueña de una casa de fiestas de City Bell el accionar de los dos delincuentes que asaltaron, maniataron, amordazaron y golpearon a una empleada del lugar durante la noche del jueves, para escapar con dinero y un celular. 

El hecho ocurrió cerca de las 20 en el Camino Centenario y 461 E, y así lo relató la propietaria del lugar, Mabel: “Estaba una de las chicas que atiende el salón mostrándolo a tres personas que acababan de entrar. Se fueron y llegó una pareja, una chica colorada de cabello corto y un hombre alto. Dijeron que querían reservar el lugar para una fiesta y que ya conocían el salón porque habían venido a averiguar otro día. Fueron a la cocina para ver en los libros la disponibilidad de fechas y entonces la chica le empezó a gritar y a pedir plata, arma en mano”. 

La empleada le aseguró que allí no había dinero porque se manejan a través de depósitos bancarios. No obstante, los ladrones “revolvieron todo hasta encontrar la cartera de ella, donde tenía unos 5.000 pesos para pagar las cuentas del mes. Pero pensaban que era plata del salón y que había más”, dijo la dueña. 

“Con saña”

A partir de allí, los delincuentes se volvieron mucho más irascibles, y así lo manifestó Mabel: “La amordazaron, la llevaron a todos lados arrastrándola de los pelos y rompieron toda la oficina. Le pegaron muy fuerte, fueron muy agresivos. La mujer estaba intoxicada porque tiraba piñas al aire: algunas acertaban en la empleada y otras no. La tiraron al piso y le pegaron patadas en la cabeza, con saña. No había necesidad de tanto salvajismo”. 

Narró que también “la amordazaron, le ataron manos y piernas y la dejaron encerrada en una de las oficinas. Habrán estado una hora adentro del salón. Cuando se fueron, con su plata y su teléfono, ella se tiró al piso, todavía con las piernas atadas. Abrió la puerta de la oficina y gritó como pudo, amordazada. Se arrastró hasta la entrada y una señora que estaba en la parada del colectivo la vio y llamó a la Policía”. Agentes del Comando de Patrullas de Ricardo Astopini fueron los primeros en arribar al lugar y brindarle asistencia a la damnificada, Carolina Cabrera (26), quien debió ser hospitalizada en el San Roque de Gonnet. 

“Lo lamentable es que los tipos ya habían venido; ahora tenemos que arreglar todo y pensar en contratar seguridad, gastos que no  tenía en mente. Tengo terror de estar ahí, y las chicas también, porque atendemos al pú­blico. Quiero que el personal policial actúe. Mirá si esto pasa en un cumpleaños, cuando hay 40 niños. Es terrible, hay demasiada inseguridad”, concluyó la propietaria del salón.

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