Detienen a dos peligrosos hermanos que habían baleado a un remisero

La aprehensión tuvo lugar en una casa de 132 entre 37 y 38. Allí encontraron armas, balas, drogas, chalecos y recibos de sueldo de policías. También se les imputan otros cargos

"Los hermanos sean unidos, porque esa es la ley primera”, reza uno de los más conocidos extractos del Martín Fierro de José Hernández. Y, parece que dos hermanos del barrio de San Carlos le hicieron caso, ya que se unieron para cometer ilícitos. Tienen 26 y 30 años. 

Ambos fueron detenidos en la vivienda que comparten en 132 entre 37 y 38 luego de un fuerte operativo policial, que incluyó allanamientos en casas linderas a la mencionada. Allí, los efectivos de la fuerza encontraron doce municiones calibre 9 milímetros, 32 municiones calibre .22 y tres vainas servidas calibre .22, como así también un correaje de uniforme policial con porta cargador, otros porta cargadores, una pistolera, una campera policial, dos recibos de sueldo a nombre de un efectivo de la Policía (del cual se preserva la identidad) además de una considerable cantidad de cocaína.

Al momento de la detención, el menor de los parientes comenzó a amenazar al testigo que asistió con el personal policial, advirtiendo: “Yo voy a ir preso por tu culpa, pero cuando salga te voy a encontrar y te voy a matar”, además de intentar acercarse a él para golpearlo, algo que fue rápidamente impedido por los efectivos. A causa de esto, y por lo encontrado en la vivienda se lo apresó por el delito de “Resistencia a la autoridad, amenazas y coacción” mientras que a su hermano se lo aprehendió por “Resistencia a la autoridad”.

El inicio de la investigación

Lo ocurrido ayer en el barrio San Carlos tuvo su inicio cuando poco después del mediodía del domingo 5 de febrero en 132 y 49, Dardo Oscar Bracho (52) se encontraba en su vehículo. Según refirieron los voceros, en esa intersección fue sorprendido por dos ladrones que se movilizaban en una moto Titan de color negro de 150 cilindradas, uno de ellos vestido con ropas oscuras. De inmediato lo apuntaron con una pistola y ordenaron que descendiera del rodado, pero el hombre no obedeció. Se inició entonces un forcejeo con uno de los cacos y, durante el mismo, el maleante logró detonar el gatillo en una ocasión. El proyectil impactó en la rodilla derecha del damnificado, quedando malherido mientras los responsables se daban a la fuga en el vehículo en el que habían llegado. 

Trabajó en el caso personal de la Subcomisaría La Unión supervisados por el Jefe del Distrito Oeste, Ignacio Rosales.

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