Diferentes tipos de asfixia pero el mismo resultado: el homicidio

A ella la estrangularon; a él le pusieron una bufanda en la boca, hasta ahogarlo y matarlo. Por el hecho, brutal y despiadado, no hay personas detenidas pese a que ya pasaron tres días. Se trata de la jubilada japonesa y su vecino, asesinados en el interior de una casa por delincuentes que actuaron motivados por la venganza ya que no habían podido robar tiempo atrás, informaron ayer fuentes policiales.

Los resultados de las autopsias determinaron que Yoshiko Kumakura (73) perdió la vida tras ser asfixiada de manera mecánica por estrangulamiento manual, mientras que Martín Quiroga (50) tenía un fuerte golpe en la cabeza pero también murió por asfixia aunque, en su caso, por la broncoaspiración que le generó la bufanda que le colocaron dentro de la boca. Además, y como ya lo había adelantado el médico legista que trabajó en la escena del crimen, ambos cuerpos fueron calcinados post mortem, de la cintura a la cabeza.

Hipótesis

La hipótesis más fuerte que manejan los investigadores es que el hecho puede estar vinculado a una venganza cometida por ladrones que hace seis meses no lograron cometer el ilícito que pretendían en el domicilio de Florencio Varela, ya que fueron perseguidos a los tiros por el marido de Kumakura.

Los cuerpos fueron encontrados por el herrero que le alquila a los japoneses un local comercial ubicado al lado de la finca, a quien le resultó sospechoso hallar el portón abierto. Atravesó entonces otras tres puertas (que también habían sido dejada abiertas), llegó al dormitorio matrimonial y se topó con el horror.