Femicidio de Emma: el acusado culpó a un expresidiario

Como anticipó en exclusiva este medio, Báez declaró ante la fiscal de la causa. Se desligó del hecho e imputó a un conocido suyo. Las autoridades consideran contradictorios sus dichos, por lo cual permanecerá detenido

Como informó de manera exclusiva diario Hoy  en su edición anterior, la fiscal Virginia Bravo le tomó ayer declaración testimonial a Ariel Osvaldo “Papu” Báez, el acusado de haber violado y asesinado a la estudiante de Medicina María Emma Córdoba (26) y de haber abusado sexualmente y torturado a la amiga de esta, A. G. (25), el pasado sábado en Punta Lara. En su declaración, el hombre se desligó del hecho y culpó a un conocido suyo, expresidiario. 

Este medio tuvo acceso al expediente en el que quedaron vertidos los dichos del sindicado autor del femicidio, quien se presentó alrededor de las 10 junto con su abogado defensor particular, Lucas Bianco. 

“A las 22.30 (del viernes), Johny y su hermano el Tati (dos amigos de Báez), que son del barrio Piria (en Ensenada), fueron a buscar a mi casa unos fasitos de mi planta para fumar”, dijo el imputado, y agregó que se dirigieron a “comprar birra al kiosco Querandí del puente Miguelín”. El siguiente paso fue ir “frente a unas canchitas del Piria”, donde se quedaron “escabiando y fumando”, agregó. 

Luego aseguró que se movilizaban en el auto “Chevrolet Astra de Johny, de color negro azulado”, y que estaban “esperando a Juancito, un amigo, también del Piria”. Al quedarse sin cigarrillos de marihuana, volvieron a su domicilio de 126 entre 5 y 7 (contiguo al de Emma), para buscar más. “Eran las 23.45 y mi señora estaba cocinando, con la bebé” a su cuidado, declaró  Báez y agregó: “Con mis amigos fuimos a comprar más cerveza y yo le compré un chocolate a mi mujer. Después nos quedamos dando vueltas y fumando hasta que Johny dijo que era tarde y que tenía que volver con su pareja”. 

Vio el incendio desde su casa

Después, Báez detalló que Johny lo dejó en su finca a las “0.20 o 0.30” y que cuando salió a la puerta, poco después, pudo ver al que él apunta como el asesino (cuyo nombre se reserva para no entorpecer la investigación) “salir de la casa de la vecina, y me dijo: Guacho, la re cagué. Andate, andate. Noté que se descartaba algo, pero no sé qué ni dónde. Yo estaba enfrente de mi casa, entrando, y él, saliendo de lo de Emma”. 

Aseveró que al ingresar al interior de su propiedad, su señora le dijo que “había escuchado ruidos y entonces vi que se estaba prendiendo fuego lo de Emma. Veía humo y oía cómo explotaban cosas. Con mi mujer mirábamos por la ventana junto al bebé; estaba lleno de bomberos y policías”. 

Reveló que a continuación “nos patearon la puerta, me empujaron y casi tiran a mi nene, de un mes y cuatro días. Después, me llevaron”. Además, describió que tenía puesto “un pantalón largo de River, zapatillas Nike, una campera del Real Madrid y un buzo”. La campera y el pantalón están en la alcaidía, a la espera de ser peritados. 

Acerca de la persona que él marcó como el presunto responsable del hecho, mencionó que “mucha bola no le doy a él; es un pibe que salió de la cárcel hace un mes”.

Fuentes judiciales explicaron que la declaración de Báez tiene muchos puntos conflictivos y contradicciones, por lo cual seguirá detenido.

“Nunca tuve problemas con ella ni con su novio” 

La importancia de la ropa que el criminal usó durante el ataque contra Emma y A. G. radica en que parte de las prendas fueron reconocidas por esta última, cuando la Policía se la mostró en el Hospital Horacio Cestino, donde está internada desde el sábado. Además, la vestimenta que los peritos secuestraron de la casa de Ariel Báez estaba manchada de sangre. 

Cuando detectives de la DDI y de la Jefatura Distrital Ensenada se lo llevaron aprehendido, el sospechoso, como él mismo recordó, tenía un pantalón largo de River, zapatillas Nike, una campera del Real Madrid y un buzo. Admitió, en tanto, que cuando arribó a su vivienda (en un horario que coincide con el femicidio) se sacó “el buzo, que era de lana, y me puse la campera” del club español. 

Lo que se informó desde el mismo sábado en que ocurrieron los hechos es que Báez se desvistió, dejando la ropa manchada de sangre, se cambió nuevamente y se acostó junto a su bebé. La versión oficial indica que fue el comisario Denis Tocho quien lo encontró durmiendo junto a su hijo, y eso se contradice en las palabras de Báez, que asegura que estaba despierto cuando lo capturaron. 

Terminado su relato ante la fiscal, esgrimió que mientras estuvo reunido con sus amigos en el barrio Piria, fumando y tomando a escasos momentos del crimen, “me mandé mensajes con otras personas, para ver si iban a venir, y eso quedó en el WhatsApp”. Juró que “no tenía problemas con Emma, para nada, nunca los tuve ni tampoco con su novio. A él solo me lo cruzaba de vez en cuando y a ella no la veía todos los días. Por ahí la saludaba”. Rememoró que la última vez que vio a la expareja de la estudiante fue “hace tres semanas o un mes, cuando vino a buscar a su perro”. 

Por último, para intentar demostrar su inocencia, solicitó él mismo “una prueba de ADN”, a fin de cotejarla con las muestras recolectadas en la causa.

Pintarán un mural en la Facultad de Medicina 

Agrupaciones estudiantiles pintarán un mural en la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de La Plata para recordar a Emma, quien cursaba el cuarto año de la carrera. Si bien todavía no hay fecha ni espacio definido para la realización de la propuesta artística, sí se avanzó en las últimas horas en la obtención del permiso de las autoridades educativas. 

La iniciativa surgió durante la marcha que se llevó a cabo el pasado lunes, en la cual participaron más de siete mil personas y se pidió justicia por el brutal femicidio. 

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