Femicidio de El Carmen: los vecinos no salen del horror

Una oficial de la Policía fue asesinada por su pareja, quien luego se suicidó. “Estas cosas las vemos en la tele, no podemos creer lo que pasó”, graficaron los frentistas

Todos los vecinos del barrio El Carmen de Berisso coinciden en que Mariquena Badel era una mujer excepcional. Madre de dos hijos, trabajaba en la Policía para darle un futuro sus criaturas. Sin embargo, el suyo quedó trunco a la corta edad de 22 años. 

La joven fue asesinada de un tiro en la cabeza por su exnovio, identificado de manera oficial como Daniel Urbano (36), un oficial subinspector de la Bonaerense, que se suicidó luego de cometer el femicidio. El brutal hecho, publicado por este medio en su edición anterior, ocurrió dentro de una casa emplazada en 129 entre 95 y 96. Ninguno de los vecinos dudó en afirmar que ella “era un pan de Dios”. 

Ante este medio, un lugareño comentó: “Estas cosas estamos acostumbrados a verlas por televisión, pero nunca me hubiese imaginado que acá pasaría algo así”. Agregó que al hombre “no lo conocía, no era del barrio y lo habré visto no más de dos veces. No sabía si discutían o si se llevaban mal”. Lo que sí pudo precisar fue que la víctima mantenía una excelente relación con el resto de su familia. De hecho, dos días antes del crimen, le habían celebrado el cumpleaños de 18 al hermano de Mariquena y se hicieron presentes todos los allegados. Incluso, el cartel que habían colgado por la celebración todavía se encuentra sobre la puerta de acceso a la vivienda. 

“Planificado”

“El hombre lo tenía planeado: tenía en su mente matarla a ella y después quitarse la vida. Lo que no hizo fue pensar en los niños”, sentenció un frentista, haciendo referencia a la beba de un año que víctima y victimario tenían en común, y a otra nena de dos años y medio, producto de la relación de la mujer con una pareja anterior. “Ambos menores estaban en la escena del crimen”, confirmó por su parte un pesquisa, para agregarle aún más horror al caso.

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