Feroz ataque de un pitbull

El animal trepó un alambrado y atacó a un vecino que se encontraba en el patio. Sucedió en 10 entre 606 y 607. La víctima sufrió mordidas en la espalda y en un brazo. Ese mismo can habría matado a dos rotweillers en el mismo barrio

Un hombre de 47 años fue atacado en el patio de su propia casa por un perro pitbull de un vecino, el que saltó un alambrado y se le prendió, primero en la espalda y cuando pudo librarse, de un brazo.

La víctima, un agente penitenciario identificado como José Luis Soto, salió anteayer a la tarde al patio de su finca ubicada en 10 entre 606 y 607 para cortar unas ramas luego  del temporal.

De pronto sintió unos ladridos y un fuerte dolor en la espalda. Es que el perro del vecino había ganado su propiedad al trepar una chapa y lo atacó a mordiscones.

Soto, un hombre de dos metros de alto y robusto, apenas pudo sacarse de encima al animal, se metió a la casa y luego empezó un periplo para curar sus heridas.
Silvia, la esposa del damnificado, le contó a Trama Urbana que “tuvo que ser atendido dos veces en el Centro de Salud nº 46 de Altos de San Lorenzo”.

La pareja se mostró disconforme con la atención en la dependencia a cargo de controlar a los perros en la Ciudad. “Nos dijeron que para comprobar si están vacunados los tiene que traer el dueño, que ellos no tienen movilidad”, aseguró Soto.

Según lo afirmado por la víctima, “el perro que me atacó y una hembra, también pitbull, de los mismos propietarios, han tenido todo tipo de problemas en el barrio con otros vecinos”.
Silvia contó que las mascotas de sus vecinos asesinaron a dos rotweillers de otro frentista y han matado también a perros de la calle. “Cuando les reclamamos que esos animales eran muy peligrosos para tenerlos sueltos con solo un alambrado de medianera, nos contestaron que si nos molestan que levantemos un paredón”, señaló la mujer.

Soto, a casi 24 horas de haber sido mordido, no sabe si el perro agresor tiene las vacunas correspondientes.

En tanto Silvia, muy preocupada, estimó que si ninguna autoridad toma cartas en el asunto, la próxima noticia del barrio va a ser la de una muerte de algún chico o transeúnte ante la ferocidad incontrolada de “estos perros”.

Desde la Policía o la Justicia, José Soto no percibió ninguna medida, a pesar de haber radicado la denuncia en el destacamento Aeropuerto.