Jornada sangrienta en Abasto: masacraron a tres hombres

Fue en dos episodios distintos pero ambos vinculados a la toma de terrenos usurpados. El viernes dos personas murieron a balazos y ayer un tercero fue asesinado de la misma forma

Cuentan los vecinos de Abasto, más precisamente los del barrio Cristo Rey, que el horror se inició en horas de la mañana del viernes, cuando un grupo de personas ingresó a un predio y desvalijó por completo una de las casas que allí se encuentran. No fue la primera vez, cuentan, pero en esta oportunidad la víctima del robo no llegará muy lejos ni podrá avanzar con una acción penal, porque algunas horas después, durante la medianoche, fue asesinado junto a otra persona. Los criminales, sospechan en la fuerza, serían los mismos que protagonizaron el escruche, aunque esto todavía es materia de investigación. 

La parte más sangrienta y cruenta de la historia se desarrolló en los terrenos que van de 179 a 183 y de 35 a 38. Allí, según un calificado investigador, “viven 700 familias, que fueron usurpando el lugar”. Y justamente por ese lado viene la trama, por las usurpaciones. Durante la tarde, el grupo que llevó adelante el ataque había estado merodeando con intenciones de llevar adelante una toma, y no pudieron hacerlo porque las familias que ahí habitan lo evitaron en medio de peleas e insultos. Pero los usurpadores juraron venganza, y prometieron volver. 

El regreso

Algunos de ellos lo hicieron a las 23.50, en un “Ford Escort oscuro, en cuyo interior había entre cinco y seis personas”, reza el parte oficial al que este medio tuvo acceso. 

Increparon en 36 y 182 a quienes por la tarde los habían echado y, tras una fuerte discusión, se desarrolló una voraz pelea que incluyó palos, fierros, armas blancas y de fuego. “Era una zona de guerra”, comparó un frentista. El saldo total fue de dos personas muertas y seis heridas. Una de las víctimas fatales fue un joven de nacionalidad paraguaya de 26 años, identificado como Aurelio Brizuela Ibáñez, domiciliado en 181 bis y 35. Recibió un disparo de calibre chico con orificio de entrada y salida que le ingresó entre la costilla y clavícula derecha. “Al lado suyo se halló un caño de gas de color amarillo de 59 centímetros, que presumimos que usó durante la gresca”, señaló un detective. 

El hombre, rodeado de una gran cantidad de sangre, perdió la vida en pocos minutos. 

La misma suerte corrió un boliviano de 50 años, aunque a él lo llevaron de manera particular hasta el hospital Alejandro Korn de Melchor Romero, en grave estado debido a un tiro en la zona craneana. No soportó la intervención quirúrgica y falleció. 

Cometida la brutal balacera, con los terribles resultados, los agresores subieron al coche y se escaparon a toda velocidad, perdiéndose de vista. 

Nuevo asesinato

Por otra parte, y al cierre de esta edición, ingresó fallecido al mismo nosocomio con un disparo en el pecho un sujeto que al momento no pudo ser identificado. El ataque se produjo en 183 y 37 y la causa sería por la disputa de las mismas tierras. Sin embargo, el asesino, quien está identificado pero no detenido, sería otro distinto al del primer hecho. 

“Las balas pasaban al lado de mis hijos”

Una mujer que fue testigo del incidente relató que “es un barrio nuevo, que tiene cinco años. Hace varios días que estos delincuentes entran y hacen lo que quieren”. Llorando, contó que al sujeto boliviano que después mataron “se le metieron a la mañana a su casa y le sacaron todo, cuando se fue a trabajar. Le robaron la heladera, le quemaron el televisor; le hicieron un desastre y ahora lo mataron de un tiro. Estamos desesperados. Las balas pasaban al lado de mis hijos”.

Otro vecino dijo: “Vinieron a usurpar propiedades, la gente del barrio salió a la calle a defenderse y se armó el tiroteo. Somos rehenes porque no podemos salir a trabajar ni dejar nuestra casa, y la Justicia no hace nada. Estos tipos se meten, te aprietan y, si no te vas, te roban todo, se adueñan del barrio. Es gente mafiosa que se dedica a lastimar, matar y usurpar”. 

Finalizó asegurando: “Hace dos meses que estamos así, empezaron usurpando una manzana y después comenzaron a robar más lotes. Ahora vinieron con carabinas y tiraron como si fuera una guerra. Estaban bien preparados”.

Muertes anunciadas 

“El motivo del hecho sería la disputa de terrenos en el lugar, los cuales se encuentran usurpados de vieja data”, admitió a diario Hoy un vocero que trabajó hasta las primeras horas de ayer en la zona del hecho. Hasta allí se acercaron agentes de la comisaría Séptima, al mando de Leandro Sarina, y de la Jefatura Distrital Oeste, comandada por el comisario inspector Ignacio Rosales, además del Comando de Patrullas La Plata y los detectives del Gabinete de Homicidios de la DDI. Ellos procedieron a embolsar las manos de Brizuela Ibáñez con el fin de mantener cualquier indicio que pueda llevar hasta los responsables de su muerte. Por su parte, peritos de la Policía Científica también trabajaron, levantado evidencias y siguiendo las órdenes de la fiscalía penal en turno. 

“Las personas fallecidas, antes de que se desate todo, estaban juntas en la calle, hablando, porque durante todo el día los agresores estuvieron molestándolos, queriéndolos sacar”, relató un pesquisa. 

Por algunos testigos se supo que uno de los supuestos tiradores es un individuo llamado Marcos, “conocido en la zona”. De hecho, en algunas fotografías suyas en Facebook se lo ve posando y simulando tener un arma de fuego entre sus manos. Él, junto a dos cómplices, son los principales sospechosos que por ahora tiene la investigación. Hasta el momento, la causa fue caratulada como “doble homicidio y lesiones”. Los investigadores instan a que testigos denuncien a la DDI (221-4531272) o a la UFI 11, con reserva de identidad.

De City Bell a Cristo Rey, donde lo mataron 

“Los vecinos no quieren declarar, tienen miedo y nos pidieron protección”, resumió un jefe de la fuerza quien, pese a eso, aceptó que “hay tres personas que fueron señaladas, todas del lugar. En las próximas horas pueden haber allanamientos”. 

El vocero explicó que el hombre de 50 años asesinado vivía en City Bell junto a su pareja, pero se peleó con ella y se fue para el barrio Cristo Rey, donde encontró la muerte. “Había comprado dos terrenos de la manera en que se hace acá: todo hablado, sin papeles. Lo vieron con plata, medio indefenso, y lo tomaron de punto”, finalizó. 

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