La Loma, en alerta por seguidilla de atracos

Al robo en la casa de la jueza Miriam Ermili el miércoles, se suma el asalto informado en exclusiva por este medio a una heladería ubicada a media cuadra de la vivienda, en momentos en que se encontraba una mujer embarazada

Vecinos y comerciantes de La Loma continúan en alerta y no logran salir del estupor tras la seguidilla de robos ocurridos durante los últimos días. Después de la entradera en la vivienda de la jueza Miriam Ermili el pasado miércoles a plena luz del día, se sumó un nuevo asalto, esta vez a media cuadra de allí, en la heladería Maced de 14 y 40.

En ambos casos, nada se sabe sobre los sospechosos ya que no han sido identificados por la Policía. Teniendo en cuenta esta situación, los frentistas no salen del enojo y el miedo, ya que se sienten desprotegidos e impotentes frente a los reiterados episodios.

Como informó este medio de forma exclusiva, un delincuente armado ingresó cerca de las 21 del jueves al local, momentos en los que se encontraba una chica embarazada junto con su pareja comprando. Ninguno de los presentes fue atacado pero la mujer terminó visiblemente perturbada por la situación. Uno de los empleados relató a Trama Urbana: “Entró un muchacho con un arma en la mano, le robó la billetera a uno de los clientes y apuró al cajero para que le diera la recaudación mientras lo apuntaba”.

Según el hombre, “afuera lo estaba esperando el cómplice, aparentemente en una moto”. Luego de obtener el botín, tanto del negocio como de los presentes, los implicados se dieron a la fuga, perdiéndose en la oscuridad de la noche.

“Temimos por un nuevo caso Píparo aunque, afortunadamente, no pasó a mayores”, aseguró el empleado. “Nosotros abrimos las puertas a fines de septiembre del año pasado, y esta es la primera vez que roban. Me enteré que asaltaron a una jueza amiga a media cuadra de la heladería. Estábamos esperando que nos entraran a nosotros también”, relató resignado. 

Para finalizar, se mostró un tanto preocupado por el accionar de la Policía ya que aseguró que no hay vigilancia en el barrio y que luego de hacer la denuncia tardan demasiado en arribar al lugar del hecho: “Por más que uno pida ayuda o presencia policial, parece que están superados o que no saben cómo manejar la situación”.

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