“La última vez que la vi fue el día que la secuestraron”

Lo aseguró una vecina de María Laura, la joven asesinada en La Matanza hace 16 años, cuyo cuerpo apareció quemado en La Plata. Ahora, se juzga a los presuntos autores intelectuales

Durante una nueva jornada de debate realizada ayer por el Tribunal Oral en lo Criminal Nº3 de La Plata por el caso de María Laura Álvarez (22), que apareció quemada en Gonnet hace 16 años, declaró una vecina de la víctima y complicó a los dos imputados: Wilfredo Percy Incio Chepeyquen y su hija, Mayra Incio Loretto.

“María Laura fue mi vecina de la misma cuadra, y a Incio lo conocía por ser el médico de la clínica San Cayetano del barrio”, comentó María Alejandra Fabre. Agregó que, al menos una vez por semana, durante aproximadamente seis meses, en horas del atardecer el acusado iba a esperar a María Laura en su auto y estacionaba en una esquina. Añadió que esa situación le resultaba extraña porque él estaba casado.

“La última vez que la vi fue el día que la secuestraron. Llegué a mi casa y me llamó la atención verla en la esquina, frente a donde yo vivo (calle Colombia y Los Incas), hablando con dos señoras en un coche. Me quedé viendo qué pasaba. Ella se fue a su casa y volvió con un saquito. Le pregunté si estaba todo bien y dijo que sí. Se subió al auto y se fue hacia el lado de la calle Morón”, amplió la testigo.

28.000 dólares de rescate

Chepeyquen y su hija están acusados de ser los autores intelectuales del secuestro y asesinato de la joven en el partido bonaerense de La Matanza. Su cuerpo fue hallado quemado el 9 de noviembre del 2000 en Gonnet. 

De acuerdo al relato del padre de la víctima durante los primeros días de audiencia, para liberar a María Laura los captores le habían pedido 28.000 dólares, que él había depositado en el Banco Francés de Isidro Casanova en un plazo fijo a 90 días, dato que los secuestradores conocían bien. 

La muchacha había ido a vivir con su padre en enero de 1999 e ingresó a trabajar en la clínica San Cayetano como empleada administrativa. Allí conoció a Percy Incio, con quien mantuvo un noviazgo de menos de un año. Habrían roto la relación porque ella se enteró de que el médico había llevado a vivir a una mujer en un consultorio de González Catán.