La zona roja, signada por la inseguridad

En los últimos meses, tres personas fueron baleadas en menos de cinco cuadras de diferencia y sin motivos aparentes. Una murió y otra aún se encuentra en grave estado. Los pesquisas analizan si todos los casos fueron protagonizados por el mismo sujeto, que ataca a víctimas vulnerables

Qué tienen en común el 24 de agosto de 2016, el 3 de noviembre del mismo año y el 28 de marzo del corriente? Que en todos los casos se produjeron heridos de arma de fuego en extrañas y parecidas circunstancias, en el mismo lugar, sin motivo aparente y las víctimas eran sujetos vulnerables. Desde el segundo hecho conocido, la fuerza policial admitió la posibilidad de que podría existir un tirador serial, que dispara por disparar.

Meses después continúan analizando la hipótesis. Para ello, se basan en las coincidencias, en el modus operandi, la zona geográfica elegida y en la elección de las víctimas: cada uno de los hechos ocurrió en horas de la madrugada, siempre en la zona roja o El Mondongo (separados por escasos metros) y sobre personas socialmente frágiles. 

Los casos 

El primer episodio se registró el 24 de agosto, en 60 y 115, enfrente del cuerpo de Caballería, donde un menor de 17 años murió al ser disparado por la espalda. El único testigo del hecho fue una travesti, quien dijo que el agresor había sido un policía de civil, que se defendió de un robo. Sin embargo, hasta la fecha nunca apareció el asesino y el caso continúa impune. Sobre el fallecido, se supo que era un reconocido delincuente de la zona, y que al momento de recibir el tiro se encontraba a bordo de una moto con otra persona. 

Tres meses después, el 3 de noviembre, el damnificado fue Leandro Agustín Bermúdez (20), quien caminaba alrededor de las 4 por 1, entre 64 y 65. Una persona que se bajó de un auto le disparó dos veces en la ingle, sin decirle nada. Aquí también se mencionó que el atacante había sido un efectivo de la Policía Local, que no estaba de servicio. Un testigo relató que no tenía dudas acerca del responsable, ya que “lo conoce de haberlo visto varias veces, siempre con el uniforme azul”, según informó un pesquisa. Bermúdez, quien en su momento había sido demorado por la DDI con drogas en su poder, se recuperó favorablemente. 

El caso actual tuvo como víctima a un hombre en situación de calle que dormía en la puerta del Banco Provincia. A él también lo balearon cerca de las 3, en 1, entre 60 y 61, y sin previo aviso. En este caso, se logró la captura de los cuatro responsables, dos de ellas mujeres. 

Patrones similares 

“Puede tratarse de un justiciero. Podrá sonar raro, pero no lo descarto”, le contó a Trama Urbana un jefe policial. La posibilidad aumenta a medida que pasa el tiempo y se repiten los hechos. “Entre el primer y el segundo caso pasaron tres meses; entre el segundo y el tercero, cuatro. Hasta ese patrón se repite”, analizó un investigador. 

Ahora, con las aprehensiones actuales, solo resta esperar: “Si no vuelven a sucederse estos hechos, los responsables ya están presos y son los que tenemos ahora. Si sigue pasando, el responsable sigue suelto”, finalizó un agente. 

Coincidencias

-Todos los ataques ocurrieron en el mismo horario 

-Sucedieron en menos de cinco cuadras de diferencia

-En al menos dos de ellos fueron sindicados agentes de la fuerza como los tiradores

-Las víctimas eran socialmente vulnerables

-Dos de ellas habían tenido problemas con la ley

-Siempre se utilizaron armas de fuego del mismo calibre

-A los damnificados se les disparó sin decirles nada

-Entre un hecho y otro transcurrió prácticamente el mismo tiempo

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