Ladrón se suicida durante tiroteo con la policía

El caco acababa de robar junto a dos cómplices un supermercado de San Carlos. En la huída fue perseguido por un agente. Acorralado, se pegó un tiro en la sien. A un costado quedó un arma de gran poder de fuego

Un delincuente resultó muerto ayer tras una tiroteo con un policía, que lo persiguió luego de que junto a dos cómplices hubieran robado un supermercado chino del barrio de San Carlos, consignaron desde la fuerza. 

Alrededor de las 19, dos ladrones ingresaron armados al comercio ubicado en 137 y 528 mientras otro se quedó en la puerta haciendo de campana y, a punta de pistola, le exigieron la recaudación a la cajera. Con unos 1500 pesos, escaparon a toda velocidad de la misma manera que llegaron: a pie. Un vecino que observó lo que pasaba llamó al 911.

“Dos de ellos lo hicieron de 137 a 138, pero el otro se separó. Lo perseguía un policía vestido de civil, con quien se tiroteaba”, le reveló una empleada de un comercio de la zona a Trama Urbana. “Cuando llegaron a mitad de cuadra, siguieron disparándose, pero entonces el policía le apuntó al ladrón y le dijo que tirara el arma o le disparaba. ‘Antes que lo hagas vos, lo hago yo’, dijo el delincuente, se llevó la pistola a la cabeza y se suicidó”. 

El cuerpo del caco quedó tirado al costado de una zanja, en 140 entre 528 y 529, al costado de una pistola calibre 45 semiautomática. De inmediato se hicieron presentes efectivos de la Subcomisaría La Unión, al mando de su titular Marcelo Iltis, quienes pidieron la intervención del Gabinete de Homicidios de la DDI y peritos de la Policía Científica.   

Culatazo a la dueña del comercio 

La cajera del supermecado chino donde se cometió el robo le contó a este medio que los maleantes tenían “entre 22 y 25 años, y los dos estaban armados. Fueron directamente a la caja, agarraron la plata pero querían más. Nos hicieron tirar al suelo, pero no teníamos más”. 

Uno de los cacos, que actuaron con la cara descubierta pero con gorritas y bufandas que tapaban gran parte de su rostro, se dirigió junto a la propietaria a la zona de fiambres, con el fin de apoderarse del dinero de esa caja. 

Una vez allí, golpeó a la mujer en la cabeza con el arma, provocándole un corte, aunque se fue con las manos vacías, ya que no había efectivo. 

“En el momento del robo había una persona mayor en el super y otras tres o cuatro en la fiambrería”, dijo Federica, cajera del establecimiento. 

El ilícito quedó registrado en las cámaras que posee el local, que fueron revisadas por los investigadores del caso y por el fiscal de turno, Álvaro Garganta, de la UFI 4.