Le molestaban los ladridos de un perro pero la Justicia falló en su contra

Una mujer inició una demanda por las molestias que le ocasionaban los ladridos del perro de una vecina. La Cámara Civil falló en su contra argumentando que "no existía prueba suficiente" para sostener que los ladridos y ruidos excedían la "normal tolerancia"

La Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil confirmó el rechazo a una demanda interpuesta por una mujer, con motivo de las molestias que le ocasionaban los ladridos y ruidos del perro de una vecina, en un edificio de Capital Federal.

La demandante denunció que su vecina, quien habita en el piso superior del edificio, posee un perro de tamaño mediano que “ladra ante muchas circunstancias diarias, lo cual hacía que vivir con ese ruido se hubiese tornado insoportable”. Añadió: “Además perturbaba su tranquilidad los ruidos que el animal producía al caminar sobre el dormitorio en horas de la noche y de la madrugada”.

El magistrado de primera instancia rechazó la demanda, al afirmar que"no soslayar la existencia de ladridos y ruidos atribuidos al perro de la demandada, como así tampoco la presencia de otros animales en el edificio”, pero advirtió que “no es suficiente la existencia de una molestia cualquiera, sino que la ley exige para ello que las molestias excedan los límites de la tolerancia normal”.

Luego de que la mujer apelara esa resolución, elTribunal de Alzada enmarcó el caso dentro del artículo 2618 del Código Civil que establece que las molestias que ocasionen el humo, calor, olores, luminosidad, ruidos, vibraciones o daños similares por el ejercicio de actividades en inmuebles vecinos, no deben exceder “la normal tolerancia”, teniendo en cuenta las condiciones del lugar y aunque mediare autorización administrativa para aquellos.

A partir de las pruebas producidas “no encuentra sustento la imputación de responsabilidad que efectúa la actora”, dijeron los jueces, quienes destacaron que “la testimonial ha sido ponderada ya con rigor, y así los diferentes elementos incorporados a estos autos por los vecinos declarantes fueron considerados, alcanzándose la convicción en torno a que los ladridos provenientes del departamento de la demandada no excedían la normal tolerancia”.