“Lo mataron durante un robo y queremos la pena máxima para el asesino”

La familia de Pablo Nievas, ultimado cinco meses atrás de al menos un tiro en el pecho, habló con Trama Urbana luego de la aprehensión del principal sospechoso. Uno de los delincuentes aún continúa prófugo

Pablo Nievas (30) lo asesinaron a metros de su hijo y frente a un amigo durante un intento de robo el pasado 10 de septiembre en el barrio San Carlos. Casi cinco meses después, el principal sospechoso de haberlo ultimado a sangre fría, de al menos un tiro en el pecho, fue capturado, aunque su cómplice continúa libre.

La aprehensión del acusado, de 18 años, se materializó anteayer en una estación de servicio de 44 y 159, cuando detectives de la DDI lo vieron en actitud sospechosa. Con la seguridad de que al menos uno de los malvivientes se encuentra tras las rejas, los familiares se comunicaron con diario Hoy, dieron su parecer y, sobre todo, aclararon: “No se trató de un ajuste de cuentas. A Pablo lo mataron porque no pudieron robarle”. 

La cuñada de la víctima, Zaida, manifestó: “Estamos conformes, pero lo estaremos más aún cuando atrapen al segundo responsable. Queremos justicia y pedimos que no lo suelten, que le den la máxima pena posible”. También contó que, si bien reunieron todas las pruebas hace mucho, “recién libraron la orden de detención dos semanas atrás. Se demoró mucho. Hace casi cinco meses esperamos esto”. 

“Investigamos todo este tiempo junto a la fiscalía y la Policía; teníamos el dato de quién era el homicida desde septiembre, porque acá en la zona nos conocemos todos, aunque personalmente a él nunca lo habíamos visto. Sabíamos que limpiaba los vidrios de los autos en 44 y 149, y lo siguió haciendo todo este tiempo”, relató Zaida. 

También quisieron dispararle a su amigo

Acerca del hecho, rememoró que Pablo, que dejó una mujer y dos hijos que ahora cumplieron un año y once, “salió caminando a hacer las compras, acompañado por un amigo y  su nene mayor. Fueron para la carnicería de 44 y 147, a las 20.30 de ese sábado, pero, como estaba cerrada, agarraron para 143”. 

Ahí, el menor “se adelantó”, dejando solos a los adultos. Entonces apareció el ladrón, “los apuntó y los quiso asaltar. Tanto Pablo como su amigo medían casi dos metros, contra el 1.70 aproximadamente del delincuente. Creo que por eso se resistió”. Ante esto, el caco “le disparó en el pecho y quiso hacer lo mismo” con el amigo del hombre, “pero la bala no salió”. A continuación, corrió unos metros, se subió a la moto manejada por otro individuo y huyeron. 

“Todo eso quedó registrado en una cámara de seguridad”, añadió Zaida, y puntualizó: “No fue un ajuste de cuentas; Pablo ni sabía quién era el criminal. No tenía problemas con nadie y, como su mujer, contaba con dos empleos. Todos en la familia somos gente trabajadora. Fue un robo dentro de un barrio muy inseguro, en el que ya han pasado cosas así”. Por último, manifestó: “La familia quedó devastada porque, además, Pablo cuidaba de su padre”.

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