Los Hornos: un barrio en jaque

Los vecinos del histórico sector platense denunciaron una creciente ola delictiva. Se quejan de robos en casas, aguantaderos, bandas organizadas y deficiencia policial 

Los vecinos de Los Hornos se cansaron de los robos y de la inseguridad; se cansaron, sobre todo, de “vivir vigilados”, como ellos mismo le expresaron a este medio. Denuncian no sólo una escandalosa cantidad de escruches, sino también de una banda formada y organizada de ladrones que cuenta con innumerables aguantaderos. 

Varios vecinos se comunicaron ayer con esta redacción para contar los cuantiosos episodios delictivos que sufrieron en los últimos tiempos. Una de las víctimas denunció que fue escruchado el 8 de agosto, cuando junto a su pareja se ausentaron del domicilio que tienen en 152 y 59. Cuando volvieron se habían llevado “ropas y joyas de un gran valor afectivo”, aunque lo que más llamó su atención y también le dolió fue la innecesaria maldad de los maleantes: “se quedaron un largo rato y causaron destrozos. Me rompieron todo”. Aseguró que el responsable fue su vecino, un expresidisario que salió hace cuatro meses del “penal de Magdalena, donde estuvo por narcotráfico”. La víctima, quien vive hace 26 años en el barrio, refirió que en esa misma cuadra tres frentistas sufrieron lo mismo.  

“La zona siempre fue insegura, siempre existieron robos. Pero nunca me sentí vigilado, y ahora sí”, refirió.

Otras viviendas escruchadas se emplazan en 152 entre 61 y 62, en donde fueron atacadas “al menos tres familias”. Además, el informante detalló que “en esa cuadra entraron a robar hasta después de un cumpleaños de 15, y luego ingresaron una segunda vez”. Pero las direcciones marcadas por los malhechores son aún más: 149 y 64 y 152 y 60 son apenas dos ejemplos.

Echaron a una docente 

Quizás el episodio más grave se dio cuando, debido a los constantes hechos en su contra, una docente que llevaba un cuarto de siglo en Los Hornos se vio obligada a mudarse. “Vivía en 59, 152 y 153. La volvieron loca y se tuvo que ir. Estas cosas no pueden pasar”, esgrimió el sujeto, quien prefirió mantener su nombre en reserva ya que su causa sigue en curso “en la UFI 9 de Autores Ignorados”. 

En su opinión, y en la de otros vecinos que también se comunicaron con este medio, el problema reside en que “hay muchos aguantaderos y la comisaría Tercera no se preocupa. Esto es tierra de nadie. No sé si es zona liberada pero estoy seguro de que la actual jefatura deja mucho que desear. Ellos dicen no saber dónde se esconden las joyas y todas las pertenencias que nos roban; desconocen dónde son descartadas por los delincuentes”. 

Por último, todos se pusieron de acuerdo al aseverar que “ya nadie quiere ir a trabajar para no dejar la casa sola. Pero nosotros no nos queremos ni nos tenemos que ir del barrio, porque el problema son ellos. Son bandas organizadas, que se conocen entre ellos”.