Malos vecinos

Cuatro personas, entre ellos un menor de 14 años, fueron hospitalizadas al recibir perdigonadas de escopeta en una pelea entre dos familias del Barrio Hipódromo. Uno debió ser operado y se encuentra en grave estado 

Una pelea entre familias, una gresca de vieja data que estuvo a milímetros de terminar de la peor manera por la brutalidad de los atacantes quienes, enceguecidos, dispararon contra un grupo de sujetos desde su casa de Barrio Hipódromo, hiriendo a cuatro de ellos, establecieron ayer fuentes policiales. 

Si bien el enfrentamiento entre familias ya cuenta con varios capítulos desde hace dos años, el ocurrido anteanoche es, sin duda, el más sanguinario. Todo se inició durante la tarde del lunes, cuando un menor se dirigió a una vivienda ubicada en 35 entre 116 y 117 y les contó a sus familiares que había sido golpeado por cuatro sujetos, vecinos con quienes mantienen la rivalidad. “Se trató de una pelea de uno contra uno, pero él dijo que lo agredieron entre varios”, le comentó a Trama Urbana un jefe policial. 

Anoticiados de lo que había ocurrido, cerca de diez personas de la finca de 35 se dirigieron a otra, localizada en 117, 34 y 35. Pero lejos de pedir explicaciones, decidieron irrumpir a la fuerza, con palos, botellas y fierros. “Dentro había cuatro mayores, a quienes golpearon, y otros menores. En medio de la pelea, aprovecharon para romper electrodomésticos y otros mobiliarios”, agregó el pesquisa. 

Con la “venganza” consumada, los agresores regresaron a su propiedad, pero la verdadera pesadilla estaba por empezar. 

Fueron por justicia  

Mientras parte de la familia de 117 se dirigió a la comisaría a radicar la denuncia, otros juntaron amigos de Villa Catela para ajusticiar a los habitantes de calle 35. Pero todo les salió mal. “Cuando llegaron a la casa de los vecinos, fueron recibidos a los tiros desde un pasillo”, acotó la fuente, y reveló que “no se sabe todavía cuántos disparos hubo. Es todo materia de investigación”.

Por su parte, uno de los familiares atacados dijo que “nos emboscaron”. 

Tras el episodio, uno de los heridos, de 20 años, fue derivado al hospital Rossi con una perdigonada de escopeta en el labio, y ya fue dado de alta. En tanto, otros tres se dirigieron al Gutiérrez. “Dos de ellos, de 14 y 27, recibieron perdigonadas en los brazos y están fuera de peligro, pero una persona de 20 años terminó con una perdigonada en el pecho y en el abdomen y tuvo que ser intervenido quirúrgicamente”, encontrándose en estado grave y con pronóstico reservado.

Tomó intervención la comisaría Segunda, al mando de Marcelo Iltis; el CPC coordinado por Mario Ruiz y la DDI, mientras que la UFI 7 de Virginia Bravo caratuló la causa como “abuso de arma y lesiones”. 

“Tengo miedo que me maten”

Luego de la sangrienta pelea que involucró durante la madrugada del martes a dos familias de Barrio Hipódromo, cuyo resultado dejó cuatro personas hospitalizadas por perdigonadas de escopeta, Trama Urbana se dirigió ayer hacia el barrio a recoger testimonios. 

Pese a la hostilidad reinante, una vecina se animó a dar su versión, ignorando que su casa se encuentra a metros de la de los atacantes.

“Es una pelea eterna, larga, entre estas dos familias”, contó la frentista, quien prefirió ocultar su identidad por posibles represalias. “Se enfrentan por el territorio: cada una quiere dominar el lugar para sacarle rédito” a la comercialización de estupefacientes.  

“Estoy cansada de esto, pero vivo hace 50 años acá y no me van a ganar. No tengo miedo que se metan a mi casa a robar: tengo miedo que me maten y usurpen mi lugar”, confesó. 

Informó que las familias involucradas viven “hace como 20 años en la zona, y las dos cuentan con varios muertos entre sus integrantes. Esta no fue la primera pelea. Siempre lo hacen y nadie los puede detener. A mí me amenazan constantemente”.