Mañana seguirá el juicio por el secuestro y asesinato de una joven

La madre de la víctima pidió que el hecho se difunda, porque los dos acusados llegaron en libertad a la audiencia debate

El Tribunal Oral en lo Criminal Nº3 de La Plata continuará mañana, jueves, el juicio que se les sigue a Wilfredo Percy Incio Chepeyquen y a su hija, Mayra Incio Loretto, acusados de ser los autores intelectuales del secuestro y asesinato de María Laura Alvarez, en el partido bonaerense de La Matanza. El cuerpo de la joven fue hallado quemado el 9 de noviembre del 2000 en Gonnet, La Plata.

Según el relato del padre de la víctima, Eduardo Alvarez, el móvil del secuestro, extorsión y posterior asesinato de su hija fue por dinero. Tres meses antes del crimen, él había puesto a nombre de los dos 28.000 dólares en el Banco Francés de Isidro Casanova en un plazo fijo a 90 días, dato que los captores conocían bien. 

La joven (22) había ido a vivir  con su padre en enero de 1999 e ingresó a trabajar en la clínica San Cayetano como empleada administrativa. Allí conoció a Percy Incio con quien mantuvo un noviazgo de menos de un año, hasta que habrían roto la relación porque ella se enteró de que el médico había llevado a vivir a una mujer en un consultorio de González Catán; a pesar de ello, él le seguía mandando flores mediante la utilización de remis.

“El 8 de noviembre (María Laura) desapareció. Poco antes de las 8 tomó el colectivo y trabajó toda la mañana en la librería. Ella llegó, comió algo y se recostó; pasada las dos de la tarde llamó alguien, fue a su pieza y se aprestó para salir. ¿Son cosas del tipo este?, le digo; contestó sí y no. Había un Fiat 600 esperando en la vereda, con una mujer embarazada y otra de contextura gruesa”, comentó Alvarez.

Horas después recibió una serie de llamados de extorsión pidiendo los 28.000 dólares de rescate. Fue al banco e intentó sacar el dinero; al día siguiente se enteró de que el cuerpo de su hija apareció quemado en La Plata, y que la mujer había utilizado una panza falsa para inducirla a subir al rodado. Esas mujeres eran la esposa del médico, Elida Irene Disopra (72), y una amiga, la tarotista Mirta Orellana (52), quienes confesaron ser las autoras del hecho y fueron condenadas a prisión perpetua, en el juicio realizado en 2004. Mediante la ley del dos por uno, recuperaron la libertad en 2011.

La madre de la víctima, Adoración Gutiérrez estudió abogacía sólo para resolver el crimen de su hija y llevar tras las rejas a todos los culpables. En diálogo con este medio enfatizó que quiere que se conozca el caso, porque “los acusados llegaron en libertad al juicio, como si no hubiese pasado nada”. Mañana seguirá la audiencia debate en los Tribunales Penales de La Plata, luego habrá un cuarto intermedio hasta el martes próximo.